Un juez superviviente del asalto al Palacio de Justicia figura en el nuevo Gobierno colombiano
El nombrantiento del juez Eduardo Suescun, superviviente del asalto al Palacio de Justicia por el Movimiento 19 de Abril (M-19), es la nota más destacada en la lista del Gobierno del nuevo presidente de Colombia, Virgilio Barco. Nueve liberales, tres conservadores y un militar integran el Gabinete ministerial. Sin embargo, esta lista será alterada para formar un Gobierno monocolor por la renuncia de los conservadores a sus cargos, tras la decisión de su partido de no colaborar en la Admirtistración. Así, por primera vez en 28 años, Colombia tendrá un solo partido gobernante, el Liberal, de centroderecha.
Algunos nombramientos han sorprendido en los círculos políticos, pues sus titulares nunca figuraron entre los candidatos a ocupar una cartera. La novedad más destacada fue la de Suescun para el Ministerio de Justicia. Suescun era uno de los 24 magistrados de la Corte Suprema y del Consejo de Estado tomados corno rehenes por los asaltantes del M- 19 el pasado 6 de noviembre, pero logró escapar 24 horas después de iniciada la ocupación. En aquellos incidentes murieron 95 personas, entre ellas, 11 jueces de la Corte Suprema incluido su presidente, Alfonso Reyes.La designación del general Rafael Samudio como ministro de Defensa era esperada. Hasta ahora desempeñaba el cargo de cornandante en jefe del Ejército. El pasado mes de octubre fue víctima de un alientado en Bogotá por parte del Movimiento Diecinueve de Abril M1-19), del que salió herido levernente por una bala que le produjo un rasguño en el hombro.
Prevalecer sobre la subversión
En sus primeras declaraciones, el general Sarniadio advirtió que "mientras las armas estén empuñadas por las manos legítimas de los soldados, no prevalecerán la subversión ni el terrorismo". Samudio está considerado como un enemigo acérrimo de la guerrilla, aunque dentro de una línea de fidelidad a la disciplina castrense.
La cartera para la que se barajaron mayor número de nombres fue la de Relaciones Exteriores, pero entre ellos nunca figuró el del coronel retirado Julio Londoño, nuevo responsable de la política exterior colombiana. Hasta ahora era embajador en Panamá y es un diplomático de carrera, considerado como un burócrata experimentado que conoce a fondo los engranajes de su ministerio, en el que desempeñó numerosos cargos intermedios en anteriores Gobiernos liberales. Sus características técnicas y no políticas pareceri-no ser las más idóneas para dar impulso a las gestiones de Colombia en frentes como el Grupo de Contadora y el Movimiento de Países no Alíneados.
Barco nombró al empresario agrícola Carlos Ossa para dirigir la comisión encargada de llevar a cabo el proceso de "reconciliación, normalización y rehabilitación" con relación a los grupos guerrilleros, proceso que prometió mantener en su discurso de investidura. Ossa desempeñaba hasta ahora la presidencia de la Sociedad de Agricultores de Collombia, desde donde fue un agudo crítico del proceso de paz que puso en práctica el anterior presidente, Belisario Betancur. Hombre de posiciones derechistas, mantuvo que la iniciativa de Betancur sirvió para fortalecer a [os alzados en armas y perjudicar a los empresarios agrícolas y ganaderos, arruinando al sector
Grupo de Contadora
El nuevo presidente colombiano se reunió ayer con dos presidentes, un vicepresidente y seis ministros de Asuntos Exteriores de los países integrantes del Grupo de Contadora (integrado por Colombia, México, Panamá y Venezuela) y del Grupo de Apoyo (Argentina, Brasil, Perú y Uruguay) para analizar las posibilidades de reactivar el proceso de paz en Centroamérica, según informa desde Bogotá la agencia Efe.
El vicepresidente de Nicaragua, Sergio Rarnírez, que se encuentra en la capital colombiana, dijo que su país estaría dispuesto a firma el Acta de Paz del Grupo, de Contadora el próximo 15 de septiembre si los países implicados en el proceso negociador se comprometen a dinamizar su mediación.
Francisco Fernández Ordóñez, ministro español de Asuntos Exteriores, manifestó por su parte en Bogotá que "el fracaso de la mediación del Grupo de Contadora crearía un vacío de consecuencias gravísimas e incluso catastróficas".
La guerrilla del M-19 recibe en armas al Gabinete de Barco
Violentos; combates provocaron ayer al menos tres muertos y tres heridos en el suroeste de Colombia, donde continuaban las operaciones relacionadas con los ataques lanzados el jueves por grupos guerrilleros y en especial por el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19), que han saludado al nuevo Gobierno del presidente Virgilio Barco con las armas en la mano. El conjunto de estas operaciones ha dejado ya un. resultado de al menos 15 muertos: cuatiro policías, nueve soldados y dos guerrilleros.Mientras el liberal Barco to maba posesión de su cargo en Bogotá, el jueves, 200 guerrilleros del M-19 y del grupo proindigenista Quintín Lame, atacaron en el suroeste del país el pueblo de Benalcázar.
El tiroteo en esa localidad se prolongó a lo largo de toda la jornada del jueves, sin que los refuerzos militares enviados desde Bogotá y otras ciudades pudieran llegar al pueblo porque los guerrilleros estaban atrinéherados y tendieron emboscadas a los soldados, según explicó un portavoz del Ministerio de Defensa, que calificó la situación de "muy grave".
La dotación del cuartel de policía de la localidad atacada por la guerrilla se componía de un oficial y 28 agentes, cuya suerte se desconoce, agregó el informe oficial. "En Benalcázar ha habido de todo", comentó un soldado a una emisora de radio en Bogotá, pero no entró en mayores explicaciones.
El ataque guerrillero está dirigido por Carlos Pizarro, máximo comandante del M-19, señaló el portavoz militar. Un piloto de un helicóptero que sobrevoló el área de combates, dijo que "la mayor parte del pueblo se ve arrasado, pero el cuartel de la policía está en pie aunque muy destruido".
La víspera de la toma de posesión de Barco, otro grupo de 20 hombres ael M-19 intentó ocupar el pueblo de Mernocón, 60 kilómetros al norte de Bogotá.
Los guerrilleros, según el parte del Ministerio de Defensa, colocaron una bomba en el cuartel de policía, que al hacer explosión mató a cuatro agentes.
Según explicó un guerrillero que se identificó como miembro, del M-19 en llamada , telefónica a una emisora, con la toma de Memocón, la organización armada. pretendía exponer sus puntos de vista sobre la forma de establecer un diálogo con el nuevo Gobierno, para llegar a una tregua.
Por su parte, el presidente Barco insistió en su primer discurso en la necesidad de reinsentar en la sociedad civil "a quienes han elegido el camino de la subversión armada".
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