Fantasmas indestructibles

Parece ser que Norteamérica, gran defensora de nuestra democracia, no está dispuesta a permitir todavía que ésta reaparezca en Chile, después de 13 largos años de una sangrienta e impopular dictadura instaurada allí con la principal intervención de la CIA y supervisada por la Administración norteamericana. El pueblo chileno no se merece un sistema democrático hasta 1989.¿No será que la Administración de Reagan teme que actualmente la opinión popular chilena se encuentre opuesta a IOS intereses norteamericanos en la zona? Todavía es posible que sobre aquel país suramericano transite el fantasma de la Unidad Popular.

Tres años parece un tiempo razonable como para poder organizar una transición adecuada a los intereses de Norteamérica. En Argentina no resultó del todo mal. Pero esta vez el pueblo no responde, de igual manera, parece ser que sigue creyendo en fantasmas. Y los fantasmas son indestructibles.-