Ayuda para la 'contra' nicaragüense

La obstinación de Reagan ha dado sus frutos. Tras varios meses de intensa campaña, la Cámara de Representantes, aunque con mayoría demócrata, ha accedido a la petición del presidente de ayudar a la contra nicaragüense ( ... ) con 100 millones de dólares, destinados fundamentalmente a la compra de armas. Como el Senado, ya se había pronunciado a favor de tal proyecto en marzo, la entrega de estas cantidades es efectiva inmediatamente, aunque por razones de oportunidad política los fondos acordados deban ser entregados por etapas hasta febrero de 1987.Esta votación representa un éxito personal incontestable para el presidente Reagan. ( ... ) En un discurso transmitido por televisión el pasado día 24, la víspera del escrutinio, de los votos de la Cámara, Reagan hizo un llamamiento vigoroso a la conciencia de los representantes del pueblo, exhortándoles a hacer frente a la realidad de una cabeza de puente soviética en el interior del perímetro defensivo de Estados Unidos.

Y el resultado ha sido que, por primera vez, el Gobierno estadounidense ha sido autorizado a financiar abiertamente la lucha armada de la contra, y el Pentágono y la CIA han supervisado este programa. ( ... )

La contra se ha beneficiado de la ayuda secreta de los servicios norteamericanos de inteligencia desde 1981 hasta 1984. Pero, indignados por el papel jugado por la CIA en el minado clandestino de los puertos nicaragüenses y las exacciones de los comandos antisandinistas, los congresistas habían decidido cortar esa ayuda. En esta actitud había, sin duda, una cierta dosis de hipocresía, puesto que aunque la CIA no hubiera cortado todas sus relaciones con la contra, al menos el honor del Congreso quedaba a salvo.

Este cambio de posición de la Cámara de Representantes ( ... ) constituye un importante peligro para el futuro. Tal decisión puede tener el efecto de arrastrar a Estados Unidos, como ha señalado un congresista demócrata opuesto al proyecto de ayuda, a una guerra por poderes con un Gobierno con el que mantienen, paradójicamente, relaciones diplomáticas normales. ( ... )

Bajo la presión de Washington, los países centroamericanos aliados de Estados Unidos, Salvador, Guatemala y Honduras, exigen cada vez con mayor insistencia una democratización del régimen sandinista. Sin embargo, tampoco estos países son irreprochables en materia de democracia. La actitud estadounidense tiene otro efecto además: convierte en algo absolutamente vano los esfuerzos de conciliación realizados por el Grupo de Contadora, bloqueando de esta manera cualquier perspectiva de alcanzar una paz generalizada en Centroamérica. En los próximos meses, hay que esperar, pues, que se produzca un recrudecimiento de la tensión en el istmo centroamericano.

26 de junio