Cineastas soviéticos revisarán los filmes 'congelados' durante los últimos 20 años

La Unión de Cineastas Soviéticos ha creado una comisión especial, denominada "de conflicto", cuyo fin es pasar revista a las películas cuya exhibición fue congelada en el pasado, según manifestó ayer en una conferencia de prensa el director de cine soviético Elem Klimov, de 48 años, quien el pasado mes de mayo fue elegido presidente de la Unión de Cineastas en un tormentoso congreso de esta asociación profesional.Klimov explicó que la comisión examina las causas que frenaron la proyección pública de 25 largometrajes, varios documentales y telefilmes acumulados durante un período superior a 20 años. El objetivo del examen es permitir a la Unión de Cineastas comenzar un nuevo período "sin nada sobre las espaldas", según dijo el director, cuya última película, Masacre (Ven y mira), ganó en 1985 el Festival de Cine de Moscú y se proyecta ahora en España. El permiso para la proyección de películas no corresponde a la Unión de Cineastas, sino al Goskino (el comité cinematográfico soviético que supone el ministerio del sector).

Un crítico cinematográfico que escribe en las páginas de Pravda, Andre Plajov, dirige la comisión "de conflicto". La comisión ha adoptado resoluciones positivas sobre dos documentales producidos en Bielorrusia por Víctor Daschiuk, uno sobre el escritor Vasil Bikov y otro sobre un tema de guerra. Entre las películas congeladas que han recibido autorización se encuentra Temaa, del cineasta Panfilov.

Klimov dijo que tanto su película Adiós a Matiora, proyectada de forma restringida en la URSS, como Mi amigo Iván Lapshin, del director Alexei German, han recibido autorización para ser exportadas al extranjero. Ambas cintas estaban vetadas anteriormente para la exportación. Adiós a Matiera es un alegato en favor de los valores de la vida rural y en contra de la destrucción ecológica en nombre de una falsa idea de progreso.

La Asociación de Cineastas estaba dirigida hasta mayo por el director Lev Kulidzhanov, a quien Gorbachov increpó abiertamente el pasado febrero durante el congreso del partido comunista. Kulidzhanov fracasé en su intento de ser elegido delegado al Congreso de Cineastas por la ciudad de Moscú.