La Comunidad Europea responderá con la 'ley del talión' si Estados Unidos impone sanciones comerciales a los 'doce'

ENVIADO ESPECIAL La Comunidad Europea (CE) decidió ayer replicar "ojo por ojo y diente por diente" a las sanciones comerciales que Estados Unidos tiene la intención de adoptar el próximo 1 de julio contra Europa en represalia por las consecuencias negativas que ha tenido para su agricultura el ingreso de España y Portugal en la CE. Reunidos ayer en Luxemburgo, los ministros de Asuntos Exteriores de los doce acordaron adoptar, a propuesta de la Comisión Europea y en un plazo máximo de 15 días después de esa fecha, "medidas equivalentes" a las adoptadas por Washington.

Las sanciones europeas, que entrarán en vigor el mismo día que las norteamericanas contra el viejo continente, consistirán en aumentar en la misma proporción que EE UU los derechos de aduana de tres productos estadounidenses importados por la Comunidad Europea: arroz, trigo y gluten de maíz. En su comunicado, el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores hace, sin embargo, hincapié en la necesidad de seguir dialogando con EE UU de aquí a esa fecha. Asimismo, pide a la Comisión, órgano ejecutivo de la CE, que "ponga a punto disposiciones que permitan aplazar por ambas partes la aplicación de medidas de represalia y contrarrepresalia" y allanen el camino hacia la adopción de un acuerdo.

El próximo lunes se celebrará en Luxemburgo un ronda de conversaciones norteamericana-europea que constituye probablemente la última oportunidad de evitar la guerra comercial.

A mediados de mayo , la Administración del presidente Ronald Reagan manifestó su intención de revisar al alza -hasta un 30%- las tarifas aduaneras, en el marco del GATT, para la importación en EE UU de productos europeos como el queso, jamón, endivias, zanahorias, aceitunas, vinos blancos de mesa, cebada, ginebra, coñac, etcétera.

En la agenda de los jefes de la diplomacia de los doce figuraba también la famosa política mediterránea, que intenta compensar a los países no miembros ribereños del Mare Nostrum por las consecuencias negativas, especialmente para su agricultura, de la ampliación de la CE. España bloqueé, una vez más, la propuesta.

Pedro Solbes, secretario de Estado para las Relaciones con la Comunidad Europea, estima que la postura de sus interlocutores "no había avanzado los suficientes milímetros" como para poder llegar a un acuerdo, que fuentes comunitarias consideran harto improbable mientras España esté en período electoral.

Los ministros de Economía y Hacienda acordaron, por su parte, dar un mandato a la Comisión para que antes de abril del año próximo formule propuestas sobre la armonización fiscal entre los doce que, en principio, deberá ser puesta en marcha paralelamente al gran mercado interior previsto para 1992.

Por último, los ministros dieron su visto bueno al principio de la liberación de tres tipos de movimientos de capitales propuesto por la Comisión -créditos comerciales a largo plazo, transaciones sobre títulos no negociados en bolsa y libre admisión de los títulos nacionales, como obligaciones, en los mercados de capitales- que serán ahora puestos por escrito por los expertos, antes de ser sometidos en otoño el consejo ministerial. España se beneficia en esta materia de una derogación prevista por el Tratado de Adhesión, que expirará en dos etapas, dentro de dos y cuatro años, aunque el secretario de Estado de Economía, Miguel Angel Fernández Ordoñez, recordó que "dada la buena marcha del comercio exterior, España estudia la posibilidad de suprimirla antes".