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'La dama oferente', de Picasso, expuesta definitivamente junto al 'Guernica'

Las rotundas formas de La dama oferente, de Picasso, fueron ayer instaladas definitivamente en el Casón del Buen Retiro y con ello han puesto el punto final a una larga operación que reúne en un solo emplazamiento las obras que Picasso quiso que se expusieran reunidas. La dama oferente ha sido situada frente al Guernica. En una de las paredes laterales de la gran sala se exponen también las piezas del legado Cooper, y en la otra, la Minitauromaquia, adquirida también por el Museo del Prado. Un conjunto de obras que traen paz y satisfacción tras largos años de lucha para su recuperación.

Con la presentación pública, ayer, de la escultura de Pablo Picasso La dama oferente, el Casón del Buen Retiro instala definitivamente una de sus secciones dedicada a la obra del gran artista malagueño. Albergue del Guernica desde su recuperación en 1982, en los últimos meses esta sede del Museo del Prado ha enriquecido su exposición con las obras que constituyen el legado Cooper y la Minitauromaquia, grabado de Picasso adquirido por el museo.Según el director del Museo del Prado, Alfonso Pérez Sánchez, éste es, de momento, el destino final de la obra. "El emplazamiento final de La dama oferente será este, junto al Guernica, tal como quiso Picasso. No se descarta que en el futuro pueda ser llevada a otro lugar, pero esto no entra de momento en nuestros planes", explicó, refiriéndose a la posibilidad de que la obra se instale en el Centro de Arte Reina Sofía.

La obra representa un desnudo de mujer con un vaso de ofrendas en la mano, al modo de las antiguas esculturas ibeiras. Tal vez por esa razón el Ministerio de Cultura haya equivocado su clasificación en la reciente publicación sobre su política cultural entre los años 1982 y 1986, en la que incluye la imagen de esta obra en sus páginas de arqueología. Pérez Sánchez añadió que, al igual que el Guernica, La dama oferente pertenecía al Estado español por haber sido compradas durante la República para ser expuestas en el pabellón español de la Exposición Universal de París en 1937.

"Sin la cooperación de los herederos de Picasso no se habría podido recuperar este legado", afirmó la directora de exposiciones del Ministerio de Cultura, Carmen Giménez. "De todas, las obras que se realizaron entonces para la exposición de 1937 era lo único que podíamos reclamar legalmente y finalmente lo hemos conseguido". Tras la guerra civil, Picasso, y luego sus herederos, se reservaron el derecho moral de conservar las piezas.

Pierre Zecri, depositario de la testamentaria de Picasso, estuvo ayer en la presentación y, afirmó que aclarar la situación ole la escultura había sido una larga y complicada operación, ya que pese a haber sido en principio pagada por el Estado español, "de manera simbólica, porque la generosa actitud de Picasso iba más allá del dinero que se le pagó entonces", la obra había sido retenida por el autor en el ejercicio de su derecho moral a hacerlo. "Los herederos de Picasso vieron en un primer momento, con la entrega del Guernica, la deuda con el Gobierno español saldada. Con la pintura había un asunto muy delicado de susceptibilidades. Con la escultura ha habido problemas distintos porque la obra original era la escultura en yeso y no las copias que se hicieron después en bronce, que pertenecen legalmente a los herederos. Después de muchos problemas entre ellos han resuelto finalmente cumplir la voluntad póstuma del autor"

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