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LA CAMPAÑA ELECTORAL

El ministro de Economía asegura en Barcelona que no se aumentará la presión fiscal

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, descalificó ayer en Barcelona al resto de los programas económicos, al tiempo que aseguró que un próximo Gobierno del PSOE no aumentará la presión fiscal, pero incrementará la inspección para controlar el fraude. Solchaga es uno de los 10 ministros que, junto a Felipe González y Alfonso Guerra, iniciaron ayer un largo fin de semana electoral, que comenzó al concluir en la mañana de ayer el Consejo de Ministros. Sólo cinco miembros del Gobierno no tienen previsto tomar parte en actos; en este período.

Los titulares que no participan en mítines son Javier Moscoso (Presidencia), Félix Pons (Política Territorial), Carlos Romero (Agricultura), Fernando Ledesma (Justicia) y Joaquín Almunia (Trabajo). Al término del Consejo de Ministros, Felipe González salió con dirección a Galicia, donde junto con el ministro de Transportes y Comunicaciones, Abel Caballero, participó en un mitin, al que asistieron entre 6.001) y 8.000 personas, informa Xosé Manuel Pereiro. "Para la derecha, es imposible creer que haya un Gobierno que no sea el de ellos, independientemente de cómo lo haga", afirmó Felipe González. En un tono sosegado que contrastaba con las intervenciones previas del secretario general del PSOE de Galicia, Antolín Sánchez Presedo, el ministro Abel Caballero y el alcalde de la ciudad y cabeza de lista por La Coruña, Francisco Vázquez, González pidió comprensión "por los errores del poder" y después de precisar que le da "vergüenza torera pedir el voto", añadió: "Vayan a votar el 22 de junio porque el futuro es vuestro; pese a quien pese, que les pesa a pocos, no se preocupen.Alfonso Guerra partió hacia Cantabria, donde mantuvo la incertidumbre acerca de los rumores que indican que no desearía continuar en el ejecutivo tras las elecciones del 22. Preguntado ayer al respecto, Guerra dijo: "En 1982 mucha gente no me creyó cuando yo afirmaba tener dudas sobre si entrar o no en el Gobierno; por tanto, ahora no les voy a decir nada". "Estoy un poco madurito", dijo Guerra, asegurando que ya no se le puede considerar un joven", informa Fernando Jaúregui.

Guerra, que ayer se desplazó a Santander en su programa de Campaña electoral de fines de semana, aseguró: "Eso de que el resultado de las elecciones está cantado no es tan seguro; no me atrevo a decir siquiera que vamos a ganar, aunque da la impresión de que el partido más votado va a ser el PSOE".

El ministro de Economía recaló ayer, en su periplo electoral, en Barcelona. Carlos Solchaga calificó de "patéticos" los programas económicos del resto de opciones políticas, frente al del PSOE, al que se refirió como "coherente, realista y ortodoxo".

En su descalificación global de las alternativas de los partidos de la oposición, afirmó que la oferta económica de Coalición Popular "es neoliberal, pero no tiene credibilidad porque responde a intereses internos contradictorios".

Solchaga valoró como positiva la actitud de la CEOE de no intervenir en la campaña electoral y subrayó que todos los agentes económicos están de acuerdo en lo que hay que hacer para reactivar la economía: "Ofrecer competitividad y flexibilidad en las instituciones". El ministro reafirmó el compromiso de que este año el déficit público ("un problema controlado, no resuelto") se rebajará del 5,8 al 4,5 del PIB y avanzó su previsión de que la inflación no superará el 5% en el año 1987. Se refirió también al nuevo sistema de financiación autonómica y manifestó que el acuerdo podría alcanzarse alrededor del 30 de septiembre, fecha de cierre de los Presupuestos Generales del Estado. Insistió en la imposibilidad de transferir, a corto plazo, la gestión del IRPF y el IVA.

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El ministro de Defensa, Narcís Serra, replicó ayer en Sitges a las manifestaciones del primer candidato del PRD, Miquel Roca, diciendo que su defecto "no era ser catalán" -el reformista considera que se le ataca por esto-, "sino ser de derechas".

Por primera vez, ironizó sobre los contrasentidos de la campaña española de Roca. Al reflejar la participación de los socialistas catalanes en los esfuerzos y en la obra de gobierno de estos cuatro años, Serra puso el acento en la catalanidad del partido a costa de Miquel Roca: "Hemos trabajado en el Gobierno desde nuestra catalanidad, sin perder nuestro nombre, sin necesidad de castellanizarlo".

Serra aseguró que era "falso, rotundamente falso", que se pudiera acusar a alguien de ser catalán. "Soy catalán" dijo Serra, "y puedo asegurar que ponerse a trabajar honestamente por todos los españoles es mirado en todo el país con respeto".

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