Exteriores repatriará a los 42 pescadores de los barcos gallegos acusados de faenar ilegalmente en Canadá

Los 42 pescadores de los barcos Amelia Mairama yJulio Molina, llevados por la fuerza a Canadá la pasada semana, serán repatriados mañana con cargo al Ministerio de Asuntos Exteriores, según informó ayer el director general de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Blasco. La decisión se adoptó después de que los armadores Salvador Correa y José Luis Molina afirmaran ayer ante Blasco y ante el director de Relaciones Consulares, Rafael Pastor Ridruejo, que sus empresas no pueden pagar el regreso a España de los marineros.

El Ministerio de Asuntos Exteriores pagará también los gastos de estancia de los pescadores en Canadá, que se elevan a más de tres millones de pesetas. Los capitanes de los bacaladeros, Jesús Romero y Salvador Omil, permanecerán en la localidad canadiense de Saint John's al menos hasta que, a mediados de este mes, un tribunal superior al que fijó las primeras indemnizaciones decida si éstas pueden o no ser rebajadas, como han solicitado los armadores.El tribunal que tomó la primera declaración a los capitanes españoles fijó una fianza inicial global -por los capitanes, los barcos y la carga- de 879.400 dólares canadienses (unos 70 millones de pesetas). La fianza de cada uno de los capitanes fue fijada en 30.000 dólares canadientes, de los que 5.000 deben ser depositados en efectivo, y el resto, en avales bancarios.

En el caso de que, tras la decisión de ese tribunal superior, los armadores demuestren que tampoco pueden pagar las fianzas de los capitanes, el Ministerio de Asuntos Exteriores estudiará la fórmula para que Romero y Omil puedan regresar a España.

Entretanto, Exteriores, según comentó Carlos Blasco, realiza también gestiones paralelas para que los armadores consigan los avales necesarios para depositarlos cuando los jueces canadienses fijen las indemnizaciones definitivas. Los delitos de los que son acusados los pescadores españoles -pescar en aguas canadienses, resistencia a las autoridades y no detener los barcos cuando se lo ordenaron- serán juzgados en diciembre próximo, según estima el director de Relaciones Económicas Internacionales.

Para Blasco, el primer objetivo del Gobierno español cuando se produjo el incidente con los citados barcos consistió en que las tripulaciones no fueran acusadas de secuestro de funcionarios canadienses. El segundo, evitar la prisión incondicional para los capitanes. Ambos objetivos se cumplieron, y ahora Exteriores persigue la repatriación de los marineros y la reducción de las fianzas.

La repatriación de los 42 pescadores se efectuará en un vuelo especial, vía Londres, según aseguraron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.

"No está claro"

Con respecto al incidente en sí, Blasco insistió ayer en que España no reconoce el derecho a la persecución en caliente -una patrullera de Canadá obligó a los pesqueros a dirigirse a Saint John's cuando los barcos estaban cerca de las islas Azores-, y comentó que "no está claro" si los bacaladeros faenaban o no dentro de las 200 millas de zona exclusiva canadiense. Contra los pescadores de ambos bacaladeros no existe acusación alguna de las autoridades canadienses. Sólo los capitanes de los barcos y los armadores de los buques son quienes deben responder ante la justicia.