_
_
_
_
Entrevista:

Kissinger: "Gaddafi se merecía nuestro primer asalto contra el terrorismo"

"Francia es el único país que no considera la defensa asunto sólo norteamericano" - "Las reuniones de la OTAN parecen de pueblo"

El ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger justifica, en esta entrevista concedida a los periodistas Niles Lathon y Robert Novak, del Washington Post, el bombardeo de las ciudades libias de Trípoli y Bengasi, en represalia por el apoyo que Gaddafi presta a los terroristas que atentan contra intereses de Estados Unidos. Analiza las reacciones de sus aliados europeos a este ataque y expone cómo debe abordarse la erradicación del fenómeno terrorista. Considera las reuniones de la OTAN como de pueblo y aboga por la corresponsabilidad de sus miembros.

Pregunta. ¿Cuál es su opinión sobre la actitud del Gobierno de Reagan en el tema del terrorismo?

Respuesta. Estoy de acuerdo en lo que están haciendo ahora. No me entusiasmaba el enfoque que se daba antes al terrorismo, en especial cuando se decían frases como "si reaccionas y lastimas a una persona inocente, te conviertes en un terrorista".

Hay tres niveles de terrorismo; el más bajo es el de los que lo ponen en práctica en forma efectiva. Por lo general, operan en grupos aislados, con diferentes líneas de autoridad, no se conocen mucho entre sí, en algunas situaciones surgen entre los elementos criminales de los países en los que operan, y es muy difícil atraparlos. El argumento de que debe evitarse otro ciclo de violencia es particularmente irrelevante porque, si uno llega a encontrarlos y los encierra, provoca otro cielo de violencia cuando se toma un nuevo grupo de rehenes para obligarnos* a soltarlos. En el segundo nivel, los diferentes grupos de terroristas tienen, en su mayoría, objetivos muy paralelos; en primer término, hacer que Estados Unidos se vuelva impotente, tan impotente, que nadie de Orienté Próximo se atreva a cooperar con nosotros. Por tanto, dirigen sus golpes al proceso de paz y a los Gobiernos e individuos de Oriente Próximo que se sabe están a favor de Estados Unidos. A veces reciben apoyo directo y otras indirecto de los Gobiernos que les brindan la posibilidad de contar con centros de operaciones, servicios de inteligencia, medios para entrenarse, etcétera. Luego de varios intentos fallidos, la Administración ha decidido, en forma acertada, imponerse sobre el segundo nivel.

El tercer nivel es un tema que hasta el momento nos mostramos renuentes a tocar. El hecho es que muchos de los explosivos, parte del entrenamiento y de su financiación provienen de la Unión Soviética, de las fuentes de inteligencia soviéticas o de Europa oriental. Ese tercer nivel tiene que transformarse en una parte más explítica del diálogo entre Oriente y Occidente. No podemos permitir que una superpotencia actúe como un hombre que arroja una piedra por la ladera de una montaña y provoca una avalancha que mata a un transeúnte y dice que es inocente porque no arrojó la piedra que mató al transeúnte.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

P. Hemos hecho mucho en contra de Libia, pero, aparentemente, no tanto contra Siria.

R. Es posible que sea cierto que Gaddafi solo no sea tan culpable como se ha afirmado. Sin duda, Gaddafi es un jefe en Sudán, Chad, la República Centroafricana Túnez y todos los países vecinos, y es el personaje principal hasta las Filipinas e Irlanda. Sin duda él es el responsable principal del asesinato de los disidentes libios en Europa. Con respecto a las operaciones en Europa, a excepción del disco bombing, es tal vez un colaborador, más que un actor principal. Por otra parte, ha sido tan locuaz y ha establecido una teoría tan explícita del terrorismo, que, como una advertencia para los demás, se merecía recibir todo el impacto de nuestro primer asalto de represalia. Después del bombardeo, es un hombre diferente del que era antes.

P. ¿En qué sentido?

R. Menos vocinglero, tal vez sin tanto control, aparentemente menos activo. Y tengo la impresión de que en Siria, Hafez el Assad se ha vuelto más precavido. Ahora bien, Assad es un fenómeno totalmente diferente. Assad es un realista despiadado de la política exterior siria. Hay que presentarle un riesgo calculado para que pueda medirlo en relación con los intereses nacionales inherentes a Siria.

Negociar con Arafat

P. ¿Cree que está involucrado en estas cosas como algunos informes recientes lo han indicado?

R. No lo sé. Lo que sí me parece concebible es que, si algún grupo con base en Siria está planeando algo en Europa, tal vez él lo tolere.

P. ¿Cree que deberíamos tratarlo con la misma severidad con la que hemos tratado a Gaddafi. por su complicidad con el terrorismo?

R. En principio, creo en acciones contundentes en contra de los actos específicos de terrorismo.

P. Existe un gran debate sobre las causas reales del terrorismo.

R. Cuando se habla de resolver el problema palestino -porque la cantidad de palestinos que estarían de acuerdo con una solución representa, como máximo, la mitad del conocido movimiento palestino- no sé qué lo que se quiere decir. Yo diría que el 90% de las organizaciones terroristas conocidas en Oriente Próximo se oponen al proceso de paz. Si estuviera gestándose un proceso de ese tipo, creo que multiplicarían sus esfuerzos para demostrar la impotencia de los Gobiernos moderados en el área. La ventaja de alcanzar un proceso de paz sería que los Gobiernos árabes moderados podrían identificarse con mayor facilidad con nosotros en la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, no me ha parecido que su oposición a nuestra operación libia haya sido tan intolerable.

P. ¿Qué hay sobre la posibilidad de comenzar negociaciones con Arafat o algún representante de la OLP?

R. Si se hace, debería fundarse en base a sus propios méritos y no para apaciguar a los terroristas. Nunca he creído que esto pudiera funcionar, porque, una vez comenzadas las negociaciones con Arafat, se le habrá concedido una de las cosas más importantes que persigue, que es el reconocimiento como interlocutor legítimo sin el cual nada puede resolverse. Al mismo tiempo, nos comprometeríamos en una interminable disputa con Israel.

P. ¿No ha ayudado también esta nueva política de dureza contra el terrorismo a concretar la política exterior israelí, que es hacer de Israel el único y verdadero aliado de Estados Unidos en Oriente Próximo?

R. No. Algunos de los demás países que nos muestran su amistad tienen serios problemas: Arabia Saudí, con los precios del petróleo; Egipto, con su economía y su política interna, y todos ellos, con la guerra entre Irán e Irak. No creo que se sientan irritados con lo que hemos hecho en Libia. Aunque, sin duda, sienten que no hemos buscado con imaginación y energía suficientes las oportunidades de paz.

Francia, con nosotros

P. ¿Cómo cree que será Libia sin Gaddafi? ¿Cree que existe alguna posibilidad de que se acerque a la esfera soviética?

R. No creo que la Unión Soviética tenga la intención de correr grandes riesgos de enfrentarse a Estados Unidos en Oriente Próximo en este momento. No es que crea que Gorbachov es más amante de la paz. Pero no creo que pueda llevar adelante su limpieza del sistema y evitar alguna de las deficiencias que provocan crisis constantes con Estados Unidos.

P. ¿Qué le dice el comunicado sobre terrorismo elaborado por la cumbre de Toldo sobre la cooperación entre los aliados en este tema?

R. No figurará en la historia como uno de los documentos primordiales de la diplomacia operacional. Tiene muy poco contenido operativo. Pero si se lo compara con el punto de partida, donde los europeos comenzaron unos pocos meses atrás, representa un gran adelanto. Mencionaron a Libia, estuvieron de acuerdo en que es un problema común, establecieron una cantidad de áreas generales de cooperación y, de hecho, han logrado cosas como, por ejemplo, echar a algunos libios y circunscribir los poderes de las agencias del pueblo. Si consideramos dónde empezaron, se le debe describir como uno de los éxitos de la operación libia. Ahora bien, algunos europeos claramente se suscriben a él como un medio, de alejarnos de una acción unilateral. Esto no podemos aceptarlo.

P. Francia. y Japón declararon inmediatamente que no era obligatorio.

R. Bueno, no es obligatorio, y además no existe: nada allí que uno tenga la obligación de hacer. Una vez más depende de las circunstancias. Según creo, en su análisis de la situación, Francia es la que más próxima está de nosotros en relación con este tema.

P. ¿Más próxima que el Reino Unido?

R. Sí. La única persona en el Reino Unido que realmente estuvo con nosotros fue la primera ministra, y a Margaret Thatcher no se la puede dar crédito suficiente, porque debido a la existencia de un conocimiento personal, a lo que los líderes británicos dijeron en varias conferencias privadas internacionales y a lo que se publica en la Prensa británica, es muy claro que ella se condujo en contra de los consejos mayoritarios de su Gabinete de ministros y la oposición unánime de los dos partidos opositores. De modo que se encontró sola. Salvó la relación especial entre Estados Unidos y el Reino Unido. La República Federal de Alemania estaba consumida por su política interna. Italia tiene una posición especial con respecto a Libía. De modo que debo decir que los franceses tienen el mejor pensamiento geoestratégico en la Europa de hoy.

P. En una columna reciente: se le sentía mucho más enfadado con los europeos que.ahora.

R. Lo que dije fue que admitamos que tenemos un problema que no se puede resolver mediante el proceso normal de consulta, porque sólo lo haría más obvio. Organicemos nuestros despliegues de manera tal que evitemos las irritaciones innecesarias para que las fuerzas que sabemos que vamos a necesitar en el golfo Pérsico o en una crisis en Oriente Próximo estén emplazadas en un sitio desde donde podamos utilizarlas. Eso no será un castigo para Europa. Sería racional. Es probable que no estén de acuerdo con la manera que operaremos fuera de Europa. No puede conseguirse ¡unbas alternativas.

P. ¿Un compromiso reducido no le entregaría a Gorbachov la victoria?

R. Debemos separar el despliegue de fuerzas del compromiso con la defensa de Europa. Creo que un ataque soviético sobre Europa es un motivo de guerra con Estados Unidos. Inicialmente iba a ser una respuesta nuclear estadounidense. Ahora es una mescolanza de unidades la que se supone retrasará la introducción de armas nucleares mediante algunos procedimientos; aunque no se haya acordado el motivo principal para la utilización de estas armas

Kissinger: "Gaddafi se merecía nuestro primer asalto contra el terrorismo"

nucleares. Es un error identificarlo con un arma particular.

P. En su opinión, ¿qué causa la renuencia de los aliados europeos a estar de acuerdo con nosotros con respecto al terrorismo? ¿Es ambición, cobardía, o ambas cosas a la vez?

R. La palabra cobardía es incorrecta. Para los europeos, las dos guerras mundiales han sido tan traumáticas que la idea de conflictos militares tiene para ellos una significación profundamente diferente que para nosotros, y eso no es cobardía. La razón fundamental es que en todos los países europeos, a excepción de Francia, la política exterior se ha convertido en una subdivisión de la política interior. De modo que el llamado voto de paz se transforma en un voto flotante al que todos los grupos acuden. En Francia es diferente, porque los franceses son más cínicos por educación y tradición histórica y porque, por razones ciertas o equivocadas, consideran la defensa como, un problema francés, no como un problema estadounidense.

Reforma de la OTANI

P. Uno de sus sucesores en el Consejo de Seguridad Nacional, Robert McFarlane, dijo, que muestra una falta de carácter por parte de los aliados europeos.

R. Con la OTAN nos, comportamos como si fuera una especie de reunión de pueblo, como si las decisiones no tuvieran consecuencias. Si se vieran obligados a asumir una mayor responsabilidad sería otra cosa. Por eso apoyo una reforma estructural de la OTAN. Conservaría a Estados Unidos ligado a Europa, no separado. No soy partidario del aislamiento político.

P. Según consta, la bomba que explotó en la discoteca de Berlín fue fabricada en Siria. Dos hermanos palestinos recibieron entrenamiento y se: refugiaron en la Embajada siria. ¿Va a hacerse algo al respecto?

R. Podemos hacer que Assad desista de apoyar al terrorismo sin tener que tomar las medidas que tomamos en Trípoli. Tiene que convencerse de que pagará un elevado precio no militar a lo largo del camino.

P. ¿Por que no militar"?

R. Bueno, si eso fallara, al fin y al cabo estaré preparado para hacer que pague un precio militar y que lo comprenda. Tengo un gran respeto por la habilidad que tiene Assad para calcular. No va a arriesgar su fuerza frente a Israel, frente a Líbano, frente al mundo árabe, para matar a los estadounidenses en Europa. En el caso de Assad es posible un diálogo más racional.

P. ¿Cuáles son sus expectativas para el futuro a corto plazo?

R. Creo que, si no perdemos el ánimo y no damos demasiadas garantías de lo que no haremos, el terrorismo, poco a poco, se reducirá a los elementos casi incontrolables. Entonces incluso podemos encontrar detrás de los hechos que algunos de los actuales padrinos del terrorismo tal vez cooperen con nosotros en forma tácita para aquietarlo si sienten la preocupación suficiente.

Copyright Los Angeles Times Syndicate.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_