Una forma "nada desagradable de despertar"
El escritor peruano Mario Vargas Llosa declaró ayer, al comunicársele que había ganado el Príncipe de Asturias de las letras, que recibir la noticia era una forma "nada desagradable de despertar". La diferencia horaria entre Lima y Madrid hizo que el autor de La ciudad y los perros despertara con la noticia a las cinco de la madrugada. "No sabía siquiera que figuraba como candidato este año, por lo que la noticia ha sido una sorpresa absoluta", afirmó.
Para él los premios son siempre un estímulo y una ayuda, pero están siempre al margen de la creación. "Es un reconocimiento social a una labor", dice, "pero que no tiene nada que ver con la labor misma. El trabajo del escritor es totalmente privado e íntimo". Vargas Llosa, de 49 años, recibió antes los premios Biblioteca Breve (1962), de la Crítica (1963 y 1966) y Rómulo Gallegos (1967).
En los últimos dos meses se han publicado dos obras de Mario Vargas Llosa en España: La Chunga (teatro) y ¿Quién mató a Palomino Molero? (novela). Ambas obras transcurren en la ciudad de Piura, al norte de Perú y escenario también de su novela La casa verde (1966), donde aparecen por primera vez los protagonistas de estas obras posteriores. "Viví en Piura de niño y durante sólo un año. Después prácticamente no he vuelto, pero no sé por qué mis recuerdos piuranos parecen no agotarse".
Vargas Llosa trabaja en una nueva novela titulada El hablador, que transcurre en el departamento de Madre de Dios -en la Amazonia peruana-, en Florencia y en Lima. "Entre los machiguengas, una comunidad amazónica primitiva, hay un hombre cuya única función es la de contar cuentos, la historia de su pueblo, él es El hablador. Cuando lo supe me entusiasmé y sentí que él era una especie de colega mío. En su mundo conviven la tragedia y, la aventura. Es el vértice de una encrucijada cultural".
