Triunfo de la vanguardia
.Vanguardia y encuentro son quizá las dos claves de la presente edición de las jornadas de jazz de San Isidro. Vanguardia real, hoy, en las bandas estadounidenses y encuentro de músicos españoles con figuras foráneas. Encuentro en la vanguardia se produjo en la cita de David Thomas -Albert Malgesdorff-. Encuentro en la madurez, en el primer concierto de la segunda jornada, con VIady Bas y George Arvanitas. Triunfo de la vanguardia, con David Murray World Saxophone Quartet.
El marsellés Arvanitas mantiene su sección rítmica desde hace 21 años, con Jacky Samson en el contrabajo y Charles Saudrais a la batería. Son músicos que no tienen que explicar a sus compañeros por dónde o hacia dónde van. Se siguen. Así lo demostraron en los cuatro temas que abrieron el concierto; entre ellos, dos mingus (Goodbye Pork Pie Hat y Fable of fabus) tratados con sabiduría europea. Luego entró VIady dispuesto a mandar. Mandaba el sonido de su saxo alto.
Concierto de 'jazz'
Vlady Bas & George Arvanitas Trio. David Murray World Saxophone Quartet. Fiestas de San Isidro 86. Madrid, 15 de mayo.
Repertorio de estándares (Willop weep for me, Lover man, On greene dolphin street y All blues ... ) en el que la música no se produjo sin desniveles. Bas estuvo rotundo, seguro y firme en sus solos, con un sonido mantenido y en la mejor de sus formas. La rítmica brilló, pero en formas particulares. Arvanitas es un solista reconocido, pero pudo sorprender como acompañante.
Entraron sonando. El gigante Hemphill, el rasta Lake, el sabio Bluiett, el líder Murray. Desaparecieron los micros, en control se apagó la mesa de sonido (excelente en este festival). Concierto acústico del World Saxophone Quartet. Por fin en escenario madrileño la estricta vanguardia estadounidense de los últimos años. El World Saxoplione Quartet fue fundado en 1977 por los mismos cuatro integrantes que anteayer pisaban el escenario del teatro Albéniz. Su líder, Murray, como instrumentista, compositor y leader-band, es uno de los músicos más interesantes de entre los aparecidos en los últimos años (y no está centrado en el virtuosismo que hoy domina el mundo de las nuevas estrellas).
Los cuatro saxos del WSQ, la Big Band de David Murray, la 360 Degree Music Experience de Beaver Harris (al que veremos esta noche con Archie Shepp), Keshavan... forman parte de una nueva oleada de músicos de una vanguardia muy lejana de la arqueología o la restauración de la vieja vanguardia. Se trata de músicos que en los ochenta no renuncian a ninguno de los haberes del jazz ya centenario. ,
Entraron sonando a free y a Nueva Orleans, a improvisación colectiva, a humor, a maestría absoluta. Bluiett nos explicó hasta dónde se puede llegar -hacia arriba y hacia abajo- en el barítono. El cuarteto se desdoblaba en dúos, en trío y solista, en cuatro solistas. Del saxo de Murray nacía una gaita; de su clarinete bajo, un top-hat de Nueva Orleans.
En el memorable concierto, un recorrido por toda la tradición de la música afroamericana. Se hablaba en improvisación colectiva y se era bopper en los solos. Se homenajeaba a Ellington y Oliver Lake hacía saltar el reggae desde una plataforma de Nueva Orleans
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