Entradas de reventa
J. V., Los madrileños quieren ir a los toros y se encuentran con el, problema de las entradas: no hay en taquilla, o es necesario guardar unas colas interminables, que pasan por el tamiz de unos pocos ventanucos, a todas luces insuficientes para tanta gente.
Mientras tanto, los despachos de la reventa autorizada -en la acera de enfrente o en la puerta de al lado-, están bien surtidos de boletos, y una multitud de revendedores llevan los bolsillos llenos de billetes, que ofrecen a los desesperados aficionados de las colas a precios abusivos. A la autoridad gubernativa y a la Comunidad de Madrid -cogestionaria de la plaza- corresponde averiguar quién dota de billetaje a revendedores oficiosos, para ponerle en manos de la justicia y acabar con este escándalo.
El consejero de Cultura de la Comunidad afirma que se han arbitrado sofisticadas medidas con el fin de erradicar la reventa ilegal, pero, que sepamos, no secumplen siempre. A un redactor de este periódico, cuando adquirió su abono para la feria en la taquilla de la empresa, ni le pidieron el documento de identidad -que dice el consejero se les exije a todos los compradores- ni le entregaron la tarjeta de reserva de localidades, a la que tiene pleno derecho y le habría ser vido para acreditar en el futuro su condición de abonado. Como este caso puede haber otros, que generarían un monto de abonos sin titulares conocidos, el cual modificaría la cifra de abonados que da la empresa y desvirtuaría la del resto de localidades que debe haber en taquillas. Una auditoría allí podría ser reveladora.
Ahora es preciso recordar al consejero de Cultura que en el concurso para la gestión de Las Ventas, dos de los tres candidatos ofrecían interesantes soluciones, y en cambio se la entregó a Manuel Chopera, que no ofrecía absolutamente ninguna. El consejero argumentó que Chopera es el mejor de los empresarios y el que ofrece mayores garantías de seriedad parla administrar el coso de Las Ventas. Su optimismo ya ha empezado a tener respuesta.
