La figura de Unamuno hace evocar a vascos y castellanos la solidaridad cultural entre los pueblos

El ministro de Educación, José María Maravall; el presidente de la Junta de Castilla y León, Demetrio Madrid, y el lendakari José Antonio Ardanza participaron ayer en la jornada inaugural del cincuentenario de la muerte de Miguel de Unamuno, que se celebró en Salamanca. Junto a ellos, el presidente de las Cortes de Castilla y León, Dionisio Llamazares; el alcalde de Bilbao, José Robles; el de Salamanca y otros representantes participaron en un acto ciudadano y en otro universitario en él que Laín Entralgo, director de la Real Academia, habló sobre Unamuno. Las referencias al entendimiento cultural entre vascos y castellanos y la solidaridad con los pueblos centraro las intervenciones.

José María Maravall destacó en su intervención, que inauguró oficialmente el cincuentenario, la preocupación de Miguel de Unamuno por la reforma de la enseñanza y de la universidad, y enumeró varios aspectos del sistema actual que han vertido a solucionar algunos problemas plantea dos por Unamuno, según el ministro. "Si hoy es posible llevar a cabo una idea que haga justicia al derecho a la educación, que justifique una enseñanza en libertad, que garantice la libertad de cátedra y la libertad de con ciencia, no sólo en la Universidad, sino en todos los niveles educativos, que dignifique la figura del profesor, que acometa la reforma de la Universidad, es porque la sociedad española está circundada por una historia de progreso en la que Miguel de Unamuno tiene un lugar de honor", dijo el ministro.Esta primera jornada en Salamanca comenzó a media mañana con la bienvenida en el Ayuntamiento a las autoridades de las instituciones ciudadanas, y terminó por la noche con un concierto de la Orquesta Sinfónica de Bilbao. José Antonio Ardanza realizó así el primer viaje oficial a una provincia española -aparte de Madrid- desde su nombramiento. En el Ayuntamiento, ante la Plaza Mayor, que tantas veces visitó Miguel de Unamuno, deseé, que se destierren "a perpetuidad los viejos demonios que tantos disgustos, sinsabores y desgracias han causado a Euskadi y a España". En su intervención también insistió en la necesidad de encuadrar a Unamuno en su tiempo y resaltó esta oportunidad para reforzar los sentimientos, de solidaridad de su pueblo con Castilla.

Con este acto se inició el homenaje ciudadano que a lo largo de lo que resta de él va a rendirse al escritor y pensador nacido en Bilbao, que vivió más de 40 años en Salamanca. En esta ciudad fue dos veces rector de su Universidad, fue concejal de su Ayuntamiento y también diputado por la coalición republicano-socialista. En ella desarrolló su activa vida ciudadana y en ella se enfrentó con todos. Aquí "se mezcló, convivió, polemizó en todas y cada una de las situaciones de aquel momento", según recordaba Jesús Málaga, el alcalde salmantino. Este enfrentamiento fue desde el principio, y en parte culminó con el destierro impuesto por Primo de Rivera, pero también después le llevó a disentir con la República, y en medio del mar de confusiones que invadió los últimos años de su vida con el franquismo incipiente.

Y en el paraninfo, de donde en 1936 se le expulsó por enfrentarse a Millán Astray ante el grito de "muera la inteligencia", y en presencia de Carmen Polo, ayer volvía a reafirmársele como figura universitaria salmantina. Como "rector por antonomasia de Salamanca", según las palabras del que hoy ocupa ese puesto, Pedro Amat. Pedro Laín Entralgo pronunció una conferencia en la que habló sobre los aspectos más personales de Unamuno, sobre lo que quiso ser, sobre su idea de libertad y sobre sus contradicciones. Ante la presencia masiva de representantes de instituciones ciudadanas, destacaba la poca asistencia de universitarios salmantinos.

A partir de ahora, el cincuentenario de la muerte de Unamuno continúa durante todo el año, hasta el 31 de diciembre, cuando realmente se cumplen los 50 años de su fallecimiento. Todas las instituciones han coordinado sus actividades a través de una comisión. Mañana se inicia la VI Feria Municipal del Libro, en la que habrá una exposición dedicada a obras de Unamuno, y de la que Gonzalo Torrente Ballester es pregonero oficial. El programa incluye también conferencias sobre su obra, sobre el tiempo en que vivió y sobre su actividad, que se celebrará a lo largo de los meses de mayo y junio, junto a exposiciones y la realización de un vídeo. También se han convocado premios periodísticos y ayudas a la investigación.