Los bailarines del Nacional ven los expedientes como "venganzas absurdas"

El colectivo de los bailarines afectados por los expedientes iniciados por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) consideran éstos "venganzas absurdas". Los artistas se reunirán el lunes para estudiar las medidas a tomar como respuesta. Los expedientes les fueron abiertos tras los hechos ocurridos la semana pasada en el teatro Monumental de Madrid, cuando en el momento del saludo se exhibió un cartel contra la actual directora, María de Ávila. Los artistas niegan haber tenido participación alguna en la acción, y consideran que perjudica al Ballet mismo.El INAEM informó ayer en una nota haber nombrado un juez instructor; se trata de una designación interna para llevar adelante la investigación en el terreno laboral, y no un juez como se creyó en un primer momento; la competencia directa correspondería a la magistratura laboral y no a los tribunales ordinarios.

El Ballet Nacional Clásico se fundó en 1978, y en 1979 fue nombrado director Víctor Ullate. Las representaciones comenzaron en septiembre del mismo año. En 1983, el Ministerio de Cultura unificó el Ballet Nacional Español con el Ballet Nacional Clásico en una sola institución, Ballet Nacional de España, y nombró a María de Ávila para llevar adelante las dos compañías. Esta medida fue duramente criticada en su rnomento por quienes entendían que no era compatible la vida interna de las dos agrupaciones.

Pasados tres años, el número de representaciones de ambos secto. res se ha triplicado y en el caso del clásico la calidad se ha elevado notablemente, con una considerable ampliación del repertorio. Esto es reconocido por los bailarines que asumen hoy las reivindicaciones de un cambio en la dirección de la compañía. El puente del 1 de mayo ha supuesto una pausa.

Algunos de los afectados dijeron ayer a este periódico que aún no poseen las notificaciones de expediente, y señalaron que no hubo progresos en una reunión sostenida con directivos del INAEM. Aseguraron poseer el respaldo to¡al de la plantilla, como lo demostraría el hecho de que muchos bailarines esperaron a las puertas del Ministerio de Cultura, en la plaza del Rey, mientras arriba se desarrollaba la reunión con los representantes del comité de empresa.