"Llegar al Museo de Arte Moderno neoyorquino no significa ser el mejor", afirma su director
Richard Oldenburg, director del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), asistió la semana pasada en Madrid a la inauguración, de la muestra Contrastes de formas, que se exhibe actualmente en las salas Ruiz Picasso, de la Biblioteca Nacional. El museo que dirige tiene tina de las colecciones de arte moderno más importantes del mundo y sus grandes exposiciones se han convertido en éxitos mundiales. Formar parte de esta colección significa para la mayoría de los artistas entrar en la historia. Una historia que, según Oldenburg, está hecha de casualidades. "El que seleccionemos una obra para la colección no significa que sea la mejor", afirma.
Pregunta. Cada día se hace más difícil encontrar en el mercado obras importantes de artistas ya desaparecidos. Empezar en este momento la colección de un museo sería casi imposible. ¿Qué dificultades encuentran para incrementar su colección?Respuesta. El museo tuvo muchísima suerte al formar su colección, por dos razones. Una, porque era lo suficientemente temprano, en 1929, y podían conseguirse trabajos importantes de los artistas. Pero más importante que eso fue que el museo tenía un gran director, Alfred Barr, que tenía un ojo maravilloso y supo escoger una colección internacional que, además, cubrió las diferentes tendencias. Quiso mostrar toda la historia del arte de este siglo. Nadie podría hacer una colección como ésta ahora, ni con todo el dinero del mundo. Los cuadros no están disponibles, no se encuentran a la venta.
No podemos hacer que la colección crezca mucho, pero, afortunadamente, en Estados Unidos las leyes favorecen fiscalmente que los coleccionistas presten sus cuadros para ser exhibidos.
P. ¿Compra el MOMA, constantemente cuadros de artistas Jóvenes o son muy selectivos?
R. Es siempre un problema para un museo de arte moderno el estar al día con la obra de los artistas del momento, porque esto te conduce inmediatamente al problema de espacio. Acabamos de terminar la ampliación del museo al doble de lo que teníamos y, aun así, tenemos problemas de espacio.
Debo recordarle que no tenemos solamente la colección de pintura y escultura, sino también las de fotografía, arquitectura, diseño, vídeo. Todas estas áreas necesitan también espacio. Actualmente, sólo se muestra el 30% de nuestra colección de pintura y escultura.
Por eso, y no sólo por el hecho de que el arte es cada, día más caro, nos sentimos limitados. Los artistas tienen que poder vivir de su trabajo, pero también tienen derecho a que la obra se exhiba y no sólo que pertenezca a una colección y se quede encerrada en un sótano. Somos por eso muy selectivos, y no quiere decir que no compremos; somos muy activos en ello.
P. Entrar en la colección del MOMA es, en cierto sentido, entrar en la historia del arte. ¿Cuál es su política de adquisiciones?
R. Desde el punto de vista del museo, existe el problema de que cuando el museo presenta a un artista parece estar diciendo que éste es el mejor artista que te puedas imaginar. No dice esto en absoluto, y es difícil, aunque preciso, distinguir entre los trabajos que están en la colección permanente y aquellos que se exhiben temporalmente en otras salas. No se puede evitar esta distinción, pero el museo pretende sugerir al público que, además de mostrar un panorama del arte de este siglo, quiere hacer una especie de reportajes sobre las actuales tendencias de distintos países.
Muchos dicen que por qué nos tomamos este trabajo si las galerías lo suplen con sus muestras, pero se olvidan de que más de un millón y medio de personas al año visitan el museo, y la gran mayoría no ha visitado en su vida una galería. Tenemos el deber no sólo de mostrarles un buen trabajo, sino de darles la idea de lo que sucede.
Pero hay un problema en relación a los artistas. Nosotros hemos seleccionado a ciertos artistas y eso, no significa necesariamente que ése sea el mejor entre los mejores. Es simplemente que ese comisario consideró en ese momento que tal era el cuadro escogido. Es muy casual.
P. ¿Cómo ve la escena del arte actual?
R. El más obvio movimiento artístico de nuestros días es lo que se llama el neoexpresionismo. Pienso que es lo que mayor cantidad de obras interesantes ha producido en los últimos años en todos los países. Al mismo tiempo, no pienso, que la escena del arte haya cambiado mucho en los últimos 10 años, cuando muchos artistas estaban trabajando en gran cantidad de estilos. Lo que la gente olvida es que estos movimientos que supuestamente acaban y empiezan no lo hacen en un período menor a los 10 años. Si tratas de reescribir la historia del arte en términos de movimientos que empiezan y terminan cada diez años, te puedes volver loco.
La gente tiende a pensar que algo tremendamente emocionante tiene que suceder cada 10 años por lo menos. Un buen artista es aquél que logra expresarse tras una vida de dedicación. Demasiado frecuentemente se escuda tras el expresionismo gente que no sabe dibujar, por ejemplo. De cualquier forma, la escena actual sigue siendo muy ecléctica. Pienso que hay mucho arte, interesante en el momento, pero que es dificil de clasificar, y esto a la gente no le gusta.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.