'Guerra a muerte' contra el idioma inglés
Quema de libros como respuesta a una declaración de Ronald Reagan
Los estudiantes libios de segunda enseñanza y de las facultades universitarias han iniciado la guerra a muerte contra el idioma inglés. El detonante fue una declaración, atribuida a la Administración de Ronald Reagan, según la cual la lengua árabe "es para los poetas" y para alcanzar un perfeccionamiento técnico superior en cualquier materia "es indispensable el inglés". Éste es, al menos, el mensaje recogido aquí y las reacciones no se han hecho esperar: supresión de los departamentos de filología inglesa y francesa en las universidades y quema en público de libros de texto del primero de estos idiomas.
Los libios estudian en la universidad, sobre textos en inglés, materias como ciencias e ingeniería porque, de momento, no existen libros en lengua árabe a la altura de este nivel académico.La quema de libros en inglés ha sido una reacción extrema a las afirmaciones de Reagan que ha indignado a los nativos de mediana y avanzada edad, que estiman que se trata de una "barbaridad", porque frena "la carrera de los jóvenes hacia el conocimiento". Sin embargo, parece que la quema es el reflejo simbólico de un enojo colectivo y que las autoridades libias se han puesto en estado de alerta y han lanzado un no al inglés.
El propio jefe del Estado Mayor, Abdelsalam Jalud, número dos del régimen, se ha referido a este asunto la presente semana con motivo del décimo aniversario de la revolución estudiantil, que supuso la incorporación de los bachilleres y las masas universitarias al sistema. "Los norteamericanos dicen que el idioma árabe es para la literatura", aseguró Jalud ante 30.000 estudiantes, "y nosotros decimos que es también para la ciencia. Los norteamericanos dicen que el pueblo árabe no puede edificarse por sí mismo y nosotros decimos que sí somos capaces".
Lengua dominante y oficial
Pese a que el árabe es la lengua dominante y oficial (utilizado en la Administración y hasta en las facturas), los libios de menos de 35 años dominan el inglés y hasta el propio Gaddafi lo utiliza a veces en público.Se da la circunstancia de que Gaddafi, formado militarmente en el Reino Unido, prefiere que las preguntas de los periodistas extranjeros le sean traducidas simultáneamente al árabe. Y cuando el intérprete de inglés se equivoca o elude palabras, el mismo máximo dirigente libio le corrige, demostrando así que conoce perfectamente el idioma.
Libia puede, porque tiene medios para ello, cambiar de la noche a la mañana los textos en inglés por otros en árabe y cortar radicalmente con todo lo que sea de lengua inglesa, incluyendo la segunda cadena de televisión, que emite en inglés y francés.
Sería capaz de todo eso, a juicio de diferentes observadores, pero no podría evitar que el estudiantado, base del sistema (los libios son 3,5 millones y los trabajos de batalla los hacen los emigrantes), siga recibiendo una educación occidental. Pese a la contradicción ideológica que ello representa, sus gustos y maneras son eminentemente occidentales: forma de vestir, afición a las vIdeomáquinas recreativas, a los mejores coches del mercado y, aunque escasea, al cine de Hollywood.
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