Dos muertos en la explosión de una bomba en una discoteca de Berlín Oeste frecuentada por soldados norteamericanos
La explosión de una bomba en una discoteca muy frecuentada por soldados norteamericanos en Berlín Occidental causó en la madrugada de ayer dos muertos y 155 heridos, algunos de mucha gravedad. Los muertos son un soldado norteamericano y una joven turca de 28 años. En el momento de la explosión, la 1.50, se encontraban en la discoteca La Belle unas 500 personas. Este establecimiento es uno de los favoritos de los soldados norteamericanos estacionados en Berlín Occidental y su presencia los fines de semana es especialmente numerosa.
La bomba, con cerca de cinco kilos de explosivos, según análisis de la policía, que había sido colocada cerca de la pista de baile, provocó la caída de tabiques interiores y parte del suelo y techo del local. La policía manifestó ayer que el hecho de que la onda expansiva tomara dirección ascendente evitó un número de víctimas mucho mayor. Treinta de los heridos se hallan en estado grave y se teme por la vida de algunos. Entre los heridos hay 44 soldados norteamericanos. Parte de las víctimas quedó aprisionada bajo los escombros y tuvo que ser rescatada por bomberos, policía alemana y patrullas militares norteamericanas que acudieron al lugar. La explosión afectó a una de las paredes maestras y las labores de socorro se realizaron bajo el riesgo del derrumbarniento del edificio, de cinco pisos, en que se encuentra la discoteca.Las autoridades policiales de Berlín Oeste expresaron inmediatamente su convicción de que se trataba de una atentado terrorista dirigido contra los soldados norteamericanos. Es la primera vez que se atenta contra ciudadanos estadounidenses en un establecimiento público en la RFA. Todas las misiones militares y diplomáticas de Estados Unidos en Alemania Occidental se encuentran desde hace días en estado de alerta ante la posibilidad de que se produzcan atentados como represalia por los recientes incidentes en el golfo de Sirte, ante la costa libia. Trípoli amenazó entonces con ataques contra intereses norteamericanos en todo el mundo.
Ayer se habían recibido tres llamadas para atribuirse la autoría del atentado. Una de ellas se produjo en Londres, en nombre del comando Holger Meins. Este comando, que lleva el nombre de un miembro de la organización terrorista alemana de extrema izquierda Fracción del Ejército Rojo (RAF), se atribuyó también en su día, en llamada anónima, el asesinato del primer ministro sueco Olof Palme. Otra llamada reivindicando el atentado de Berlín se lo atribuyó la RAF. Y la tercera, un Frente de Liberación Árabe Antiamericano en llamada a una agencia alemana.
La policía no excluía ayer ninguna hipótesis sobre la autoría, si bien las sospechas recaen, sobre todo, en terroristas de extrema izquierda alemanes o grupos árabes. La policía de Berlín Occidental anunció una investigación en estrecha colaboración con las fuerzas aliadas estacionadas en la ciudad y pidió la colaboración de los ciudadanos. El embajador norte americano en Bonn, Richard Burt llegó ayer a Berlín, donde visitó a los heridos y el lugar de los hechos
El Gobierno federal alemán reaccionó con "indignación ante este atentado" dirigido contra lasfuerzas norteamericanas estacionadas en Berlín. Según señaló un, comunicado, "el cobarde atentado nos produce especial repugnacia por ir dirigido contra nuestro más estrecho aliado, nuestros amigos norteamericanos, que garantizan con su presencia la libertad y la paz, en especial en Berlín". El ministro del Interior, Friedrich Zimmermann, manifestó que estaba claro que este atentado ha sido un ataque contra sus aliados. El ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, dijo: "No permitiremos que se intente sacar de aquí a los norteamericanos a bombazos".
En Berlín Occidental, la misión norteamericana cuenta con unos 6.000 militares y, junto a las misiones militares de Francia y el Reino Unido, integran las fuerzas de protección para la parte de la antigua capital alemana que quedó en manos occidentales. La defensa de Berlín Occidental corre exclusivamente a cargo de estas tres fuerzas aliadas.
La presencia de los soldados norteamericanos en las calles es, pues, muy numerosa y son clientes habituales de muchas discotecas y establecimientos públicos.
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