El Gobierno asturiano prepara la solución para acabar con el aislamiento de Bulnes

El Gobierno del Principado ha iniciado esta semana una serie de contactos con las partes afectadas antes de tomar una decisión definitiva sobre la fórmula que adoptará para romper con la secular incomunicación del pueblo de Bulnes, en plenos Picos de Europa. La solución final será indicativa de si el Gobierno mantiene sus tesis de explotar turísticamente la zona o si cede ante la cada vez mayor oposición de los grupos ecologistas y afines. La polémica no ha hecho más que comenzar entre los dirigentes gubernamentales y los ecologistas.

El fondo de la cuestión reside en saber si el turismo verde que propugnan para Asturias el Ejecutivo regional y empresas privadas, con el apoyo en este caso concreto de los rectores de la Federación Asturiana de Montañismo (FAM), necesita de "un plan de equipamiento y mejora" de los Picos de Europa o si es un turismo "destructor y esquilmante", como aseguran los ecologistas y 1.300 montañeros ajenos a la directiva de la Federación que han firmado una carta abierta sobre el tema.El verano pasado estalló el conflicto al iniciarse las obras de un nuevo refugio en Vegarredonda y una senda entre Pandébano y la vega de Urriello, al pie del Naranjo de Bulnes. Desde antes se discute si la incomunicación del pueblo de Bulnes es mejor salvarla mediante una carretera -como defienden los vecinos- o uno o varios teleféricos -como desea el Gobierno asturiano-, obra que en cualquiera de los dos casos sería vital para adentrarse en el corazón del macizo montañoso por un procedimiento singularmente rápido.

En agosto pasado se empezó la construcción de un amplio refugio en Vegarredonda, en pleno parque nacional de Covadonga, más arriba de los famosos lagos Enol y Ercina. El refugio había sido solicitado por la FAM en 1971 sin que hasta 1980, previo retoques en el proyecto, tuviese el permiso de Icona, responsable del parque, y no se comenzase a construir hasta 1985 con 21 millones de pesetas presupuestados por la Consejería de Cultura del Principado, que se interesó vivamente por el proyecto, abandonado hasta entonces por falta de recursos económicos.

El refugio estaba previsto para 68 plazas y constaba de tres cabañas-dormitorio y una más de dos plantas destinada a servicios. Sectores ecologistas denunciaron desde un primer momento que se trata en realidad de un refugio con capacidad para más de 100 plazas. Al ser divulgada la construcción, Icona intervino, primero, para rebajar la volumetría de uno de los edificios, y después, para suspender, de acuerdo con la Consejería, que evitó cualquier tipo de enfrentamiento, dos de las edificaciones previstas.

El proyecto quedó en una cabaña para servicios y otra para dormitorio con 20 plazas distribuidas en literas. Sin embargo, en octubre pasado, días después de alcanzado este acuerdo, se descubrió que se habían iniciado las obras de una tercera cabaña que aún hoy permanece en pie pese a que el Gobierno regional ordenó su derribo. Los ecologistas estiman que está en proyecto reformar y ampliar el resto de los refugios de los Picos, sin que esto se haya confirmado oficialmente.

Por aquellas mismas fechas -verano-otoño de 1985- se comenzaron las obras de una senda artificial de metro y medio de ancho entre Pandébano y Urriello, con un presupuesto de 20 millones de pesetas. Los vecinos aseguraron a los pocos días que algunos riscos habían sido volados con dinamita para permitir el paso uniforme del camino. En opinión de los ecologistas, esta senda, que aún no se ha acabado, es innecesaria, rompe el paisaje y puede ser peligrosa con nieve. Temen que además a ésta sigan otras varias que surquen el macizo de los Picos de Europa.

También ha provocado no pocas discusiones la celebración de un final de una etapa de la Vuelta Ciclista a España en los tres últimos años, que se repetirá el próximo 28 de abril, en los lagos de Covadonga. En 1985 no se permitió el acceso de vehículos particulares a la meta. Igualmente ha sido polémica la captación de agua del río Tobra, que nace y discurre por los Picos de Europa.

Difícil acceso

Para llegar a Bulnes desde Arenas de Cabrales hay que vencer un duro desnivel de más de 1.500 metros a través de un camino nada fácil. Durante los meses invernales la pequeña población, de unos 80 habitantes, permanece incomunicada con cierta frecuencia. El Gobierno asturiano es partidario de superar el desnivel con uno o varios teleféricos que unan Poncebos con Bulnes.Los lugareños prefieren una carretera, para la cual hay tres proyectos, el más favorable, el que discurre por el camino actual.

Se cree que en los próximos meses se adoptará una solución definitiva. A través de ella se sabrá si el Gobierno mantiene su interés de desarrollar una política de apertura turística de los Picos de Europa o si se atienden las reclamaciones de ecologistas y de montañeros para respetar el status actual.

El temor a que el turismo de masas pueda romper el vigor de los entornos naturales o influya sobre el ecosistema tanto del parque como de los Picos, que forman prácticamente una unidad, ha sido la constante denuncia de los que sólo desean una reforma mínima. Quienes defienden, por otra parte, el concepto de turismo verde.