Cuatro países se incorporaron a la OTAN tras su fundación

Desde 1949, la OTAN ha conocido tres ampliaciones: primero, a Grecia y Turquía (1952); luego, a la República Federal de Alemania (1955), y finalmente, a España (1982). Indudablemente, la adhesión más importante para la OTAN fue la de la RFA, pues la Alianza Atlántica ha girado durante muchos años -y sigue haciéndolo en la actualidad- en torno al problema alemán.En 1949, Portugal -lo que no dejó de preocupar al régimen de Franco- fue invitada a ingresar en lo que iba a ser la OTAN, a pesar de tener un régimen dictatorial, en razón de su actitud durante la II Guerra Mundial y la importancia estratégica de las islas Azores. El ingreso de Italia no fue evidente ni fácil: los países ribereños del Atlántico querían mantener una dimensión puramente atlántica de la Alianza. Finalmente, EE UU -para contener el auge del Partido Comunista Italiano- y Francia -para hacer aceptar a los aliados la presencia de la Argelia francesa en la OTAN- lograron imponer su punto de vista e Italia fue invitada a unirse a los demás. Irlanda también fue invitada a formar parte del tratado, pero declinó la oferta en razón del problema del Ulster, la parte septentrional de la isla irlandesa en manos del Reino Unido. Una Irlanda unificada, presumiblemente, sí hubiera aceptado.

En Grecia, la guerra civil terminó con una más fuerte implicación de EE UU en los asuntos internos griegos, tras la declaración de la doctrina Truman de 1947, que también se aplicaba fundamentalmente a Turquía. [Ante el Congreso de su país, el presidente Truman afirmó que Estados Unidos debía de "apoyar a los pueblos libres que están resistiendo intentos de subyugación por parte de minorías armadas o por presión exterior"]. Frente al peligro que podía suponer la guerra fría y lo que veían como expansionismo soviético, los Gobiernos de Grecia y Turquía pidieron su ingreso en la OTAN, de manera formal, en abril de 1950. Londres no vio con buenos ojos esta demanda de ampliar la OTAN, pues pondría a las fuerzas británicas en el Mediterráneo bajo mando norteamericano. Londres prefería establecer un mando separado en el Próximo Oriente en el que participaran Grecia y Turquía. En septiembre de 1950, el consejo atlántico decidió otorgar a estos países un status de asociados, de modo que pudieran participar en la planificación de la defensa en el Mediterráneo.

La guerra de Corea y la degradación de la situación en el Próximo Oriente hicieron ceder la oposición al ingreso de la OTAN de Grecia y Turquía, que, finalmente, EE UU propuso en mayo de 195 1. El protocolo de ingreso, firmado el 22 de octubre de 195 1, supuso una redefinición del área de cobertura de la OTAN, modificando el artículo 6 del tratado, incluyendo en él el territorio turco. El 18 de febrero de 1952 Grecia y Turquía ingresaron en la OTAN.

La guerra fría, las ocupaciones soviéticas en Europa oriental y la necesidad de resolver el problema que había supuesto la parti ción de la Alemania del III Reich llevó a los aliados a plantearse la cuestión del rearme alemán. La solución que se pensó en un prin cipio, y que en parte debía consa grar la división de Alemania, fue la creación de la Comunidad Eu ropea de Defensa (CED), en la que participara la RFA. Pero la CED murió, sin haber nacido, el 29 de agosto de 1954 cuando el voto en contra de comunistas y gaullistas en la Asamblea Nacional francesa rechazó la ratificación de su tratado fundacional.

El otoño de 1954 fue intenso en negociaciones en busca de una alternativa que finalmente surgió cuando el 23 de octubre se firmaron los acuerdos de París que creaban la Unión Europea Occidental (UEO). La RFA fue invitada a ingresar en la OTAN y, junto con Italia, a suscribir el tratado de Bruselas de 1948, ahora modificado por el nacimiento de la UEO. Por los acuerdos de París de 1954 los vencedores occidentales de la II Guerra Mundial lograban un estricto control sobre el rearme alemán. Con el ingreso de la RFA se plasmó más concretamente la estrategia de la defensa adelantada, es decir, en la frontera misma con el Este, de la OTAN.

España, por su parte, solicitó el ingreso en la OTAN el 2 de diciembre de 1981, que se plasmó en realidad el 30 de mayo de 1982, convirtiéndose en el decimosexto miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.