No morir en la aldea
"Uno debe morir en su propia aldea, si es posible". Daniel Castelao no pudo cumplir la recomendación de Graham Greene. Murió, océano por medio, en el símil de la Galicia democrática que construyeron esforzadamente en el continente americano exiliados económicos o políticos. Hoy, sus restos reposan en el panteón de gallegos ilustres, pero las instituciones autonómicas que él soñó no han hecho hasta ahora mucho más que declarar a 1986, con dos días de antelación, Año de Castelao. "Cousas da vida", dijo él mismo ante situaciones semejantes.
Castelao, cuyo traslado, muerto, a Galicia suscitó una polémica que nunca sufrió en vida, no tendrá actos de la autonomía ante su tumba, donde fue depositado hace dos años, con solemnidad oficial e incidentes entre nacionalistas y policía. Sí le visitarán, además de la corporación local compostelana, grupos de escolares, correligionarios y amigos de antaño y gallegos anónimos. La Xunta y el resto de las instituciones autonómicas, absortas en el problema de su continuidad, siguen sin concretar "la especial dedicación a poner de relieve y meditar el significado de una vida y de una obra que es patrimonio de todos los gallegos", que se citaba en el decreto oficial del Año de Castelao. En los organismos autonómicos hay, sin embargo, conciencia clara de que "se hará algo" a lo largo del año y de que se "colaborará con aquellas iniciativas que surjan".. '
El Ministerio de Cultura ha organizado una muestra de amplitud casi inédita sobre su vida y obra, que se inaugurará el primero de mayo en Madrid en versión bilingüe y se verá después en Galicia en versión monolingüe, de acuerdo con las posturas que él defendió en vida. La exposición atravesará fronteras, posiblemente Portugal y Latinoamérica, y generará un tren Castelao que recorrerá toda Galicia. El PNV ha editado un voluminoso libro' titulado Castelao y los vascos. La cámara municipal de Viana do Castelo, en el norte de Portugal, le erigirá hoy un monumento.
Los principales partidos políticos gallegos, AP, PSOE, CG, levitan estos días como el Castroforte de Torrente Ballester, inmersos en el mismo problema que las instituciones. "Naturalmente, algo se hará", afirmó el portavoz de una formación política mayoritaria, "pero, con todo respeto, no está el horno para bollos" resumió.
Se prevé que el peso de "tener el honor de recordar a Castelao" (como decía el decreto) lo llevarán instancias más o menos locales y privadas. El Ayuntamiento de Rianxo desarrollará hoy una apretada agenda de actos, en colaboración con la Fundación Castélao.
"Daniel es para los rianxeiros el símbolo del represaliado por sus ideas, por Galicia, como lo fue el propio Rianxo", dice el alcalde. La Caixa de Galicia ha organizado una exposición itinerante de 175 dibujos de Castelao, y otras aso ciaciones han puesto en marcha sus reducidos medios para dar a conocer a Castelao.
"No se prevén ediciones mínimamente ambiciosas de sus obras, ni la divulgación de su pensamiento", comenta el representante de una asociación cultural; "será tan lamentable como previsible que el Año de Castelao sólo tenga incidencia en las citas de los políticos y en los medios de comunicación".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.