Los titulados superiores se oponen a una ley que les equipara en algunas de sus competencias a los técnicos de grado medio
JOSÉ F. BEAUMONT, La proposición de ley sobre Regulación de las Atribuciones Profesionales de los Arquitectos e Ingenieros Técnicos, que pretende equiparar algunas de las competencias más importantes de estas carreras consideradas como de grado medio con las de los ingenieros superiores y arquitectos, asumiendo la práctica europea en esta materia, está siendo fuertemente contestada por los titulados superiores, y especialmente por los arquitectos y estudiantes de Arquitectura. Estos últimos han paralizado prácticamente la actividad docente de las 10 escuelas de Arquitectura de toda España. Por su parte, los arquitectos e ingenieros técnicos apoyan esta proposición de ley y califican de demagógicas las manifestaciones en contra.
Según la proposición de ley, presentada por el Grupo parlamentario Socialista y que se encuentra retenida en ponencia en el Congreso de los Diputados, los técnicos de grado medio podrán elaborar proyectos de su especialidad que tengan por objeto la construcción, reforma, reparación, conservación, fabricación, montaje o explotación de bienes muebles e inmuebles.La protesta contra la misma ha sido asumida hasta ahora con más radicalidad por los arquitectos y por los estudiantes de Arquitectura. La aprobación de la ley en los actuales términos supondrá, en opinión de los arquitectos, "no sólo graves perjuicios profesionales para ellos, sino también un auténtico fraude a la sociedad porque se producirá un deterioro en la calidad y la seguridad de la arquitectura".
Los colegios de Arquitectura de toda España, en los que están inscritos unos 14.000 arquitectos, celebran estos días asambleas para tratar el tema. Para hoy está convocada una junta general extraordinaria del Colegio de Arquitectos de Madrid con un único punto en el orden del día: proposición de ley sobre técnicos de grado medio.
"En la actualidad", explica el secretario del colegio de Arquitectos de Madrid, Mario Casasús, "el arquitecto se encarga de redactar el proyecto de obra -intuye la obra y la define en planos-; para ello estudia durante seis años y en su formación son asignaturas importantes las relacionadas con proyectos y con la estética". No sucede lo mismo con los arquitectos técnicos, cuya misión es la de controlar la buena ejecución del proyecto redactado por el arquitecto".
Los estudiantes de arquitectura, que prosiguen con el paro activo y otras medidas de presión que comenzaron el viernes pasado, dicen que no se debe considerar al aparejador como arquitecto porque se trata de profesiones distintas, resultado de una formación diferente en la que concurren, además de cuestiones técnicas, valores sociales, culturales y estéticos.
El presidente del Grupo parlamentario Socialista, Eduardo Martín Toval, explicó ayer a los periodistas en el Congreso que la proposición de ley pretende acabar con la imposibilidad que tenían los aparejadores de firmar proyectos. "A éstos", dijo, "se les va a dar competencias que hasta ahora sólo tenían los arquitectos". El portavoz del Grupo Socialista añadió que se pretende adecuar la legislación a las directivas europeas.
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