Gaddafi garantiza que mediará para que los palestinos no cometan atentados en Europa
El líder libio, Muammar el Gaddafi, ha aprovechado la crisis que actualmente sufren sus relaciones con Estados Unidos para reforzar sus lazos con los países árabes y con Europa. En la noche del miércoles, Gaddafi convocó a todos los embajadores europeos en Trípoli, incluido el español, para transmitirles su agradecimiento por haber rechazado el boicoteo económico impuesto por EE UU contra Libia. El dirigente libio garantizó a los diplomáticos que ejercerá su influencia sobre los grupos palestinos para que no ejecuten sus acciones armadas sobre territorio europeo. Utilizando un lenguaje menos suave que el usado con los diplomáticos, Gaddafi declaró ayer que "Libia puede declarar la guerra por su cuenta en cualquier momento".
Muammar el Gaddafi explicó a los embajadores europeos, según fuentes cercanas a la reunión, que su país no ejerce el control sobre ningún movimiento de liberación palestino, pero que, en la medida en que pueda influir sobre ellos, intentará que concentren su lucha en los territorios árabes ocupados por Israel.Gaddafi destacó especialmente su interés por que se vean libres de las actividades de violencia las naciones que mejor comprenden la causa palestina, y citó expresamente a Austria e Italia, países en los que se produjeron el mes pasado los atentados que desencadenaron la reacción de Estados Unidos contra Libia.
El líder libio, que habló durante 70 minutos con la presencia de las cámaras de televisión, destacó el papel de los países europeos en la zona del Mediterráneo, donde tienen, dijo, intereses económicos. Gaddafi añadió que, en cambio, a EE UU no le importa lo que ocurra en esa región.
Gaddafi advirtió a los embajadores europeos, según la fuente citada, de las consecuencias gravísimas que tendría para todo el Mediterráneo una agresión contra Libia, y aseguró que si algún país de Europa se prestase a servir de base para un ataque contra el territorio libio sufriría represalias de todo tipo. La fuente citada explicó que "Gaddafi pintó un paisaje dantesco, con ríos de sangre corriendo por las ciudades de Europa". El líder libio aseguró que si se producía "un acto de locura" contra su país respondería también de una "forma alocada".
La sorprendente reunión con los embajadores europeos se produjo 24 horas después de que el presidente norteamericano, Ronald Reagan, ordenase un boicoteo económico contra Libia y la salida de los trabajadores y empresas estadounidenses radicados en territorio libio. Casi coincidiendo con la reunión Reagan firmó una orden por la que se congelan los bienes y propiedades libias en EE UU. Esta orden afecta a los depósitos de dinero y acciones en bancos norteamericanos y a las propiedades inmobiliarias, según The New York Times.
Fuentes de la Administración desconocen con exactitud las cantidades monetarias depositadas por Libia en estos momentos en bancos nacionales norteamericanos, dentro o fuera del país, pero estiman que suponen cientos de millones de dólares.
La cifra que se tenía en 1984 de las inversiones directas de Libia en compañías norteamericanas era de sólo unos dos millones de dólares (310 millones de pesetas). En EE UU se considera inversión directa cuando supera el 10% de la participación.
La orden firmada por Reagan no afecta a los depósitos e inversiones a nombre de particulares libios, sino sólo a las propiedades del Gobierno de Trípoli.
Los norteamericanos que violasen la orden presidencial podrían sufrir penas que van de la imposición de multas a 10 años de cárcel. Al prohibirse toda transacción bancaria o comercial, se hace bastante difícil para los empresarios norteamericanos seguir operando en Libia o con proyectos de dicho país.
La mayor propiedad inmobiliaria que posee Libia en EE UU, y que también ha quedado embargada por la orden de Reagan, es la Libya House, un edificio de 23 pisos en pleno centro de Manhattan, donde se alberga la Embajada ante la ONU.
Fuentes oficiales de Washington confían en que el Gobierno de Gaddafi no adopte una actitud recíproca en Libia contra propiedades norteamericanas porque la mayoría son de compañías privadas o de ciudadanos particulares.
Ayer, Gaddafi convocó una conferencia de prensa en la que declaró: "Libia puede declarar la guerra por su cuenta en cualquier momento para quitarse de encima, y de encima de la nación árabe, el terrorismo de Estado (refiriéndose a Estados Unidos). Pero éste será un acto de autodefensa de acuerdo con el artículo 51 de la Carta de la ONU". Más adelante, Gaddafi agregó: "En esta histórica oportunidad que no concede Estados Unidos, al crear este grave enfrentamiento internacional en la cuenca del Mediterráneo, me haré responsable de liberar el Mediterráneo de la presencia estadounidense desde hoy en adelante. Me aliaré con todos los movimientos de paz en Europa, con los verdes y los movimientos alternativos para extirpar las bases de EE UU en Europa y en el Meditérráneo".
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, señaló ayer en una conferencia de prensa que el número dos del Departamento de Estado, John Whitehead, afectuará la semana próxima un viaje por Europa para tratar de convencer a los países europeos de asociarse a las sanciones de EE UU contra Trípoli.
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