El robo de 140 joyas arqueológicas supone el mayor despojo del patrimonio artístico de México
Entre lo sustraído figuran la máscara zapoteca del dios murciélago y la escultura azteca de un mono
El robo de 140 joyas arqueológicas perpetrado el pasado miércoles en México (véase EL PAIS de ayer, viernes) se inscribe en la cadena de hurtos que han sufrido en los últimos años importantes museos y monumentos en Europa, América, Africa y Asia. Al realizarse el cambio de guardia en el Museo Nacional de Antropología mexicano fue descubierto el saqueo de siete vitrinas correspondientes a las salas Maya, México y Oaxaca. Según las autoridades del museo, dependiente del Ministerio de Educación, lo robado constituye el más grande despojo que se haya hecho al patrimonio arqueológico mexicano y el más grande robo sufrido por ningún museo de ese país.
En la noche de Navidad, un número desconocido de personas entró en el museo y saqueó siete vitrinas de las salas Maya, México y Oaxaca del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. Robaron 140 piezas de distintas culturas prehispánicas, algunas de ellas de las más importantes.Entre las piezas robadas -algunas fuentes hablan de 144- figuran casi todos los objetos procedentes del cenote sagrado de Chichen Itza, casi toda la ofrenda original de la tumba de Palengue: casi todos los objetos de oro procedentes de la sama Mixteca en exhibición, la famosa máscara zapoteca del dios murciélago y la invaluable escultura azteca que representa a un mono.
Las piezas no estaban aseguradas. El valor como de las 140 piezas robadas del museo es incalculable, ya que solamente una de ellas alcanzaría un coste aproximado de 20 millones de dólares (unos 3.120 millones de pesetas). La de menos valor asciende a unos 60.000 dólares (unos 6,3 millones de pesetas), según informó el director del museo. "Este cálculo es el del mercado negro, y nadie comprará las piezas robadas porque nadie las podrá exponer. Lo que nos han robado es un pedazo de nuestra historia, no negociable y de un valor antropológico e histórico inestimable", dijo Felipe Solís, conservador de la sala oaxaquena del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El director del INAH, Enrique Florescano, manifestó en conferencia de prensa que existen muchos rastros y consideraciones que "se están siguiendo", pero no informó sobre el avance de las investigaciones. 48 horas después del robo, la policía no parece tener una pista seria. Las autoridades culturales mexicanas han puntualizado que la pérdida de esa parte del patrimonio "sería insustituible". El director declaró que el tipo de objetos sustraídos -su tamaño pequeño, fáciles de transportar, de extremado valor estético, de materiales preciosos y altamente valorados-, "tiene asegurada su venta en el extranjero".
Alerta en Europa
Mientras tanto, una extremada vigilancia se ha dispuesto en la red de carreteras y litorales de México, para evitar que esas joyas salgan del país. Las autoridades policiales de Europa, otro de los mercados favoritos de los traficantes de joyas arqueológicas, permanecen alerta. Según ha trascendido en México, se investiga a los coleccionistas privados, aunque no se han dado a conocer los nombres de esas personas, que residen en Acapulco, Quintana Roo, Yucatán, Michoacán y varios Estados del norte, fronterizos con EE UU.Una de las joyas arqueológicas sustraídas, pertenecientes a la cultura Méxica, es un mono de obsidiana en forma de vasija; es la que, en el supuesto de ser comercializada, podría valer 20 millones de dólares, en opinión del restaurador Felipe Solís.
El arqueólogo explicó que la estimación puede parecer exagerada si no se toma en cuenta que se trata de piezas únicas "que representan un pedazo de la historia de México". Sobre el aparato de seguridad, Florescano precisó que en el museo "no hay alarmas" y que el "sistema no sirvió", a pesar de que ocho agentes y un capitán tenían a su cargo la vigilancia del lugar, realizando rondas cada dos horas por todas las salas.
Los agentes pertenecían a la policía bancaria (privada), fueron detenidos en el momento en que se descubrió el robo, y ayer se encontraban sometidos a investigación por parte de la Procuraduría General de la República (Fiscalía).
Babelia
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