Un Renacimiento aburrido
La obra pretende ser una crónica familiar y deslenguada de Alejandro VI; el mismo juego verbal del título, papá Borgia por Papa, indica cuáles son sus recursos, o en qué se basa la supuesta gracia. El cardenal Rodrigo Borgia, luego Papa, de Játiva, habla en valenciano con su amante-cocinera, y con sus cuatro hijos, y con un paisano que viene a verle con una cesta de tomates y naranjas y un gallo para pretender a Lucrecia, y esto también debe hacer mucha gracia, como la inclusión de frases hechas o idiotismos -"atado y bien atado", "luna, lunera, cascabelera" de nuestro tiempo.También está la historia. Hay una doble cara: por una parte, se trata de conseguir un relato fidedigno, e incluso hay una abrumadora cantidad documental meramente inventariada, bien por los protagonistas, bien por una especie de coro de fantoches que hacen su representación al estilo de las marionetas: informan y comentan. Por otra parte, de dar una versión personal de seres y sucesos que no corresponden a la realidad. Es muy aceptable la frase del autor de decir que el Renacimiento fue como un barrio chino de la historia, pero conviene saber que uno de sus grandes navajeros fue Alejandro VI: probablemente, el peor Papa de la cristiandad. El autor se pone de su parte, probablemente con la idea de dibujar un personaje que, pecador hasta el fondo por el delito de la carne, podría salvarse por el amor y por la fe.
Papá Borgia
Autor: M. Martínez Mediero. Intérpretes: Juan Polanco, Saturnino García, Nacho Herrera, Francisco Piquer, María Silva, Emma Suárez, Antonio Canal, Fernando Guillén Cuervo, Alberto Magallares. Escenografía de J. L. Arranz. Vestuario: Cornejo. Dirección: Luis Iturri. Estreno: teatro Príncipe. Madrid, 17 de diciembre.
Todo esto sería una cuestión menor si hubiera una calidad teatral, o literaria, en Papá Borgia. No sucede así. Los chistes dan poca risa, el retrato familiar conmueve poco y el desarrollo de argumentos no interesa. El arranque tiene un cierto brío que se va perdiendo gradualmente. Al final, se suceden las secuencias, y el trajín de maquinistas, entre oscuro y oscuro, como para rellenar el tiempo y la historia. Se quieren contar más cosas, se quiere -o eso parece- cumplir el tiempo de representación. Esta falta de construcción no es solamente un defecto de preceptiva o de cumplimiento de leyes dramáticas, sino desmaña, falta de trabajo, falta de respeto al espectador, que se queda sin saber quiénes fueron los Borgia, cómo el Renacimiento y, en fin, qué seres son los personajes.
Luis Iturri no ha hecho demasíado por narrar la obra, o el texto no se lo ha permitido. Ha acentuado su trabajo en vestirla y decorarla, para darle un cierto aspecto. Los actores se le van de las manos: Piquer es quien mejor representa, dentro de la fidelidad al fantasmal personaje de Mediero, y los demás se pierden en un trabajo menor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La defensora del lector responde a las dudas y críticas más frecuentes de los lectores y oyentes de EL PAÍS en 2025
Navidad en el límite de la ‘zona de muerte’ de Ucrania
El PP de Ayuso veta la comisión de investigación que pidió Más Madrid para el hospital de Torrejón
¿Qué pasó en 2025? Nuestros mejores mapas y gráficos
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































