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Una mina estalla bajo un camión y mata a seis blancos en Suráfrica

Seis surafricanos blancos -cuatro niños y dos mujeres- murieron el sábado cuando un camión chocó con una mina enterrada en un camino rural, en una zona fronteriza con Zimbabue. Pretoria instó a su vecino a encontrar una fórmula para impedir que la guerrilla del Congreso Nacional Africano (ANC) utilice territorio de Zimbabue para preparar sus operaciones. Mientras tanto, la policía reprimió violentamente la primera manifestación negra en el centro blanco del puerto de Durban.

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El látigo del 'apartheid'.

AGENCIAS, Los incidentes se produjeron en vísperas del Día del Voto, fiesta de reafirmación nacional con la que los afrikaners (descendientes de holandeses) conmemoran cada 16 de diciembre una histórica victoria conseguida hace siglo y medio sobre los zulúes.Ayer se cumplieron también 25 años de la creación del brazo armado del ANC, organización que asumió la responsabilidad por la explosión de la mina. El ANC negó, sin embargo, que sus fuerzas actúen desde Zimbabue, según explicó desde Lusaka (Zambia) el portavoz Tom Sebina. "Los militantes del ANC no utilizan otro país que Suráfrica", dijo Sebina.

En el camión que pisó la mina el domingo viajaban dos familias campesinas blancas. Seis de sus ocupantes murieron y cinco resultaron gravemente heridos. La explosión se produjo en los terrenos de una granja situada a unos 30 kílómetros de Messina, área fronteriza con Zimbabue, en la que estallaron por lo menos otras siete minas en las últimas tres semanas, que mataron a un campesino e hirieron a otras nueve personas.

Según el ministro de Defensa, general Magnus Malan, las investigacíones demostraron que las personas que colocaron las minas operaron desde bases en Zimbabue, y el Gobierno de Pretoria advirtió hace dos semanas a Harare que tropas surafricanas entrarán en su territorio si no toma las medidas necesarias para impedir que se repitan tales ataques.

En Durban, las fuerzas de seguridad cargaron el domingo en vehículos blindados con porras y granadas de gas lacrimógeno contra unos 4.000 manifestantes, en el primer choque racial que se produce en el centro blanco de esa ciudad situada en la costa este de Suráfrica. Los manifestantes festejaban la libertad de 12 dirigentes del movimiento antiapartheid Frente Democrático Unido (FDú), acusados en el juicio de Pietermaritzburg, contra los que el fiscal general de Natal retiró el pasado 9 de diciembre los cargos de subversión y alta traición.

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