400 empresarios norteamericanos tratan en Moscú de dar un nuevo impulso al comercio bilateral
El conjunto más numeroso (casi 400) de representantes comerciales, empresarios y financieros norteamericanos que visita Moscú en la historia de las relaciones soviético-estadounidenses comenzó a trabajar ayer, lunes, con sus interlocutores soviéticos, en un intento de dar nuevo impulso al comercio bilateral. Se pretende aprovechar el momento político favorable creado por la cumbre de Ginebra.
Los casi 400 representantes estadounidenses, responsables de unas 150 empresas, van acompañados del secretario de Comercio de EE.UU, Malcolm Baldrige, y se reúnen en diversas sesiones con 200 representantes soviéticos, dirigentes de empresas de comercio exterior. Todo ello se hace en el marco del Consejo Económico y Comercial Soviético-Norteamericano, una entidad que fue fundada en 1973. Las empresas soviéticas no tienen facultades para negociar internacionalmente de forma directa y lo hacen a través de las asociaciones de comercio exterior que las representan.Baldrige se pronunció anoche por una reactivación del comercio bilateral entre la URSS y EE UU y valoró la cumbre de Ginebra como un "nuevo comienzo" que puede reflejarse también en el terreno económico. En una cena ofrecida en su honor por el nuevo ministro de Comercio Exterior de la URSS, Boris-Aristov, Baldrige manifestó, sin embargo, que la reactivación económica está ligada a una reactivación política.
Una parte de la delegación estadounidense, que concluye su tarea él próximo miércoles, llegó a Moscú el domingo por la noche en un charter nortemericano directo desde Nueva York. El hecho era un signo de los nuevos tiempos propiciados en Ginebra, ya que los vuelos regulares entre EE UU y la URSS experimentaron una reducción desde 1978 y cesaron totalmente en 1981. Los acuerdos para el restablecimiento de vuelos regulares entre los dos países producirán probablemente nuevas conexiones a partir del año próximo.
Tras varios años de estancamiento a principios del decenio de los ochenta, el comercio entre EE UU y la URSS arrojó en 1984 un balance desfavorable a la URSS, que exportó un total de 350 millones de dólares a EE UU, mientras este país vendía a la URSS 3.300 millones de dólares, un gran porcentaje de los cuales corresponde a las ventas de cereales, la partida más importante actualmente en las exportaciones norteamericanas a la URSS.
La comprensión mutua
Las exportaciones soviéticas están compuestas básicamente por materias primas y Moscú ha expresado su deseo de exportar productos manufacturados. De esta pretensión se hacía ayer eco el diario Pravda en un artículo dedicado a la visita de la delegación económica norteamericana y titulado El comercio, un puente hacia la comprensión mutua. Pravda señalaba que las restricciones norteamericanas a las exportaciones de equipamiento para la construcción del gasoducto, decretadas a principios de este decenio, habían tenido consecuencias negativas para Estados Unidos, causando pérdidas por valor de 1.200 millones de dólares.Según Pravda, la cumbre de Ginebra crea la posibilidad de ampliar las relaciones económicas soviético-norteamericanas de forma mutuamente ventajosa. Para el diario, estas relaciones contribuyen a crear una atmósfera de confianza y constituyen una base material para las relaciones políticas y su saneamiento.
El norteamericano James Giffen, presidente del Consejo Económico y Comercial Soviético-Norteamericano, señaló ayer que es partidario de un comercio sin discriminaciones y que apoya las insistencias soviéticas para que se cumplan los contratos suscritos con independencia de eventuales sanciones posteriores.
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