Londres y Bonn, a punto de concluir acuerdos sobre la SDI

El Reino Unido y la República Federal de Alemania están a punto de concluir sendos acuerdos con Estados Unidos destinados a conseguir contratos en la investigación de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) o guerra de las galaxias para compañías británicas y alemanas.El anuncio fue hecho por la primera ministra británica, Margaret Thatcher, en el transcurso de una conferencia de prensa conjunta con motivo de la visita de un día a Londres del canciller alemán, Helmut Kohl. El jefe del Gobierno de Bonn se reunió ayer con Thatcher en el marco de sus contactos semestrales.

Según la primera ministra británica, las negociaciones de los dos países con Estados Unidos para participar en la investigación de la guerra de las galaxias están "muy avanzadas". "Creo que podremos firmar un acuerdo antes de las Navidades", añadió. Sin embargo, el canciller alemán fue más cauteloso que su colega británica, y manifestó: "Nuestra situación es algo diferente". Kohl sólo se refirió a la posibilidad de que un proyecto de acuerdo estuviese listo antes de Navidad, pero no dijo nada respecto a la firma.

Kohl se reunió con Thatcher en el número 10 de Downing Street antes de la comparecencia conjunta ante los periodistas. Posteriormente pronunció una conferencia en Oxford y regresó a Bonn. Fuentes de las dos delegaciones manifestaron que los dos dirigentes dedicaron una gran parte de sus conversaciones a analizar el resultado de las conversaciones de Ginebra entre las dos superpotencias y que, en el transcurso de la reunión, Kohl expresó a Thatcher su apoyo a la negativa británica a incluir su fuerza nuclear en un acuerdo de reducción de armamentos entre Estados Unidos y la URSS.

Kohl, según añadieron las fuentes, pidió a Thatcher una reconsideración de la posición británica con relación a la Unesco. Pero la señora Thatcher manifestó que el preaviso de retirada dado por Londres se mantendría por ahora. La Comisión Nacional Británica para la Unesco, los partidos de la oposición y una parte del propio Partido Conservador tratan de convencer a la primera ministra de que es mejor trabajar por la reforma de la organización mundial cultural desde dentro.