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Gorbachov acusa a EE UU de impedir que en la 'cumbre' se alcanzase un acuerdo sobre armas nucleares

Pilar Bonet

El dirigente soviético Mijail Gorbachov acusó ayer a EE UU de haber impedido un acuerdo concreto sobre armas nucleares en Ginebra al negarse a renunciar a la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) o guerra de las galaxias. Gorbachov insistió en la total dependencia entre esos dos problemas, que no queda explícitamente establecida en la declaración conjunta soviético-norteamericana firmada la semana pasada en la ciudad suiza. En un discurso ante el Soviet Supremo (Parlamento formal), Gorbachov reiteró la determinación de Moscú de responder a la guerra de las galaxias y salió al paso de los rumores sobre eventuales concesiones soviéticas en Afganistán.

El dirigente soviético realizaba una valoración de los resultados de sus conversaciones con el presidente norteamericano, Ronald Reagan, el 19 y 20 de noviembre, en Ginebra, ante las dos cámaras del Soviet Supremo (1.500 diputados en total) y el Politburó del partido comunista, incluidos el presidente del Soviet Supremo, Andrei Gromiko, y el jefe del Gobierno, Nikolai Rizhkov. En la sala, el ex primer ministro de Defensa Nikolai Ogarkov, que sigue siendo diputado del Soviet Supremo, comenzó a tomar notas cuando Gorbachov inició su discurso. Por su parte, Giorgi Arbatov, el director del Instituto de Estados Unidos y Canadá -también diputado del Soviet Supremo- dejó de leer un semanario occidental con el que se entretenía mientras se votaban los distintos puntos del orden del día: el presupuesto para 1986, el plan económico y varias leyes.Gorbachov, que había salido de la sala mientras se realizaban las votaciones, habló durante una hora, aproximadamente, y realizó un análisis de la cumbre que coincide básicamente con el realizado en Ginebra, pero que carga más las tintas en las diferencias con EE UU que en los puntos de acuerdo, sin dejar de ponderar ambas cuestiones. Por una parte, elogiaba las declaraciones de principio, los acuerdos bilaterales y la reanudación del diálogo entre ambos países. Por la otra, expresaba su contrariedad. por la falta de acuerdo en los problemas de desarme, que la URSS considera prioritarios y ligados a cualquier progreso en otros campos.

El líder soviético manifestó que la posición de EE UU ha evolucionado y contiene "ciertos elementos de realismo", pese a que, en su opinión, en Washington no se ha renunciado a la ilusión de obtener superioridad sobre la URSS. La cumbre de Ginebra fue "un acontecimiento significativo" que concluyó con un "balance general positivo", dijo el líder soviético, que acogió favorablemente el contacto personal con Reagan y consideró el diálogo mantenido como "un factor estabilizador en sí mismo en estos difíciles tiempos actuales".

"La falta de deseo de la dirección de EE UU de renunciar al programa de la guerra de las galaxias impidió llegar en Ginebra a acuerdos concretos en cuanto al desarme real y, sobre todo, respecto al problema central de las armas nucleares y cósmicas", dijo Gorbachov, quien expresó su deseo de que la posición norteamericana en relación con la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) no sea "la última palabra" en el tema.

El líder soviético dijo haber preguntado a Reagan si la Administración norteamericana supone que, en el caso de desarrollar armas cósmicas nucleares, la URSS va a reducir su potencial estratégico y a ayudar con sus propias manos a EE UU en su debilitamiento.

"Con esto no hay que contar", dijo a modo de autorrespuesta. El resultado era "lo contrario". "Para restablecer el equilibrio, la URSS se verá obligada a aumentar la efectividad, exactitud y potencia de su armamento con el fin de neutralizar, si es necesario, la máquina electrónico-cósmica de la guerra de las galaxias creada por los norteamericanos, ."¿Y acaso se sentirán más cómodos los norteamericanos si en el convoy de armas cósmicas planeado por Washington se añaden nuestras armas?", volvió a preguntar el dirigente soviético. Gorbachov reiteró la afirmación ya realizada por el primer viceministro de Defensa y jefe del Estado Mayor, Sergei Ajromeiev, según la cual la URSS no permitirá a EE UU un monopolio nuclear en el cosmos.

Gorbachov recordó que la moratoria soviética sobre las explosiones nucleares expira el 1 de enero del año próximo, y dijo que EE UU todavía tiene tiempo para responder positivamente.

En cuanto a Afganistán, Gorbachov acusó a EE UU de impedir la normalización con el apoyo "financiero y armamentístico" a la oposición armada, designada por Gorbachov como "bandas contrarrevolucionarias". La solución para la salida de las tropas soviéticas pasa, según Moscú, por la conversión de Afganistán en un país no alineado y las garantías de no intervención allí por otros países.

Gorbachov se refirió a las tropas soviéticas en Afganistán -115.000 hombres según estimaciones occidentales- sin utilizar el cliché oficial de contingente Iimitado. Respecto a los conflictos regionales, Gorbachov se mostró poco dispuesto a las concesiones. Estableció diferencias entre grupos contrarrevolucionarios y movimientos de liberación, se refirió a las "marionetas norteamericanas en América Central" y acusó a EE UU de ignorar la discriminación racial en Suráfrica.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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