La auditoría del Tribunal de Cuentas sobre el Prado y el MEAC provocó la reestructuración de los dos museos

El borrador del informe de fiscalización de la auditoría realizada por el Tribunal de Cuentas sobre los museos del Prado y de Arte Contemporáneo, así como del extinguido Patronato de Museos, fue conocido en el Ministerio de Cultura el pasado mes de enero. El conocimiento de las irregularidades administrativas contenidas en el borrador provocó la reestructuración de las dos pinacotecas, según declaró ayer el director general de Bellas Artes, Dionisio Hernández Gil.

La auditoría realizada por el Tribunal de Cuentas se dio por concluida durante el pleno celebrado el 29 de octubre, fecha en que se acordó remitirlo a las Cortes. Sin embargo, las denuncias más reseñables que se contienen en este informe estaban ya reflejadas en el borrador que el tribunal hizo llegar al Ministerio de Cultura."Esta dirección general y los directores de los museos han colaborado en la realización de la auditoría", explica Hernández Gil, "en el sentido de que hemos facilitado todos los datos posibles. A la vista de lo que se denunciaba en el borrador, se tomó una serie de medidas para normalizar la vida en los dos museos".

Entre otras cosas, en la auditoría se denuncian irregularidades administrativas por las que entre 1978 y 1982 el Prado ha sustraído 762 millones de pesetas al régimen de contabilidad pública "mediante la ilícita práctica de atender pagos mediante ingresos no declarados en cuentas". En el caso del Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), se escamotearon al régimen de contabilidad pública 7,8 millones de pesetas.

Catalogación

En el Prado, el Ministerio de Cultura intentó resolver la situación -dice el director general de Bellas Artes- con el decreto de agosto de este año, por el que el Prado recobraba su autonomía y se le dotaba de presupuesto y órganos de dirección propios. En ese decreto se establecía que los responsables del museo tenían un plazo de un año para presentar un inventario completo del patrimonio de la pinacoteca. Como medida complementaria, se aprobó la ampliación del Prado con la anexión del vecino palacio de Villahermosa y del Museo del Ejército. La propuesta de un riguroso plan sobre venta de publicaciones completaba las medidas de urgencia.En el tema concreto de la catalogación, hasta el momento -asegura Hernández Gil- sólo ha sido catalogada la pintura del siglo XIX. "Hay todavía un problema de homogeneización de terminología porque por un lado se dice que faltan 392 dibujos y después se dice que sobran 330 láminas. Evidentemente, hay una confusión de los catalogadores entre grabados, dibujos, estampas y hojas".

Las actuaciones para conseguir oxigenar el Prado han sido acompañadas de un aumento de presupuesto y de personal durante los dos últimos años, de forma que la plantilla de 333 personas con que contaba el centro en 1983 se aumentó hasta reunir 456. El presupuesto para gastos de mantenimiento pasó de ser de 131 millones en 1983 hasta 326 este año. Para el próximo ejercicio el Prado contará con un presupuesto general propio de 1.500 millones de pesetas.

Respecto al MEAC, las medidas adoptadas hasta el momento han sido similares: aumento de plantilla y presupuesto. "El MEAC", añade Hernández Gil, "cuenta con un presupuesto de 79,5 millones de pesetas y su plantilla ha sido aumentada de forma que de 74 funcionarios que tenía en 1973 cuenta actualmente con 99. Los fondos que se encontraban en los sótanos, distribuidos sin cuidados especiales, están ya perfectamente ordenados y catalogados".

Dionisio Hernández Gil insiste en que las cantidades sustraídas a la intervención pública eran conocidas en todo momento por el organismo autónomo Patronato de Museos, disuelto en enero de este mismo año. "De todas formas, creo firmemente en la honestidad de todas las personas que han estado al frente de los dos museos, y hay que decir que se trataba de una práctica con la que únicamente se pretendía acortar el tiempo de disponibilidad de los fondos".

Los responsables del Museo del Prado durante el tiempo auditado han sido Xavier de Salas Bosch, director hasta marzo de 1978; José Manuel Pita Andrade, hasta octubre de 1981; Federico Sopeña, hasta febrero de 1983, fecha en la que entró Alfonso Pérez Sánchez, que ocupó el cargo de subdirector los 10 años previos hasta su nombramiento como director.

En el MEAC los directores han sido Joaquín de la Puente, actual director del Casón del Buen Retiro, hasta 1980, año en que dimitió y se abrió un período de dirección colegiada hasta diciembre de 1981, en que fue nombrado Álvaro Martínez Novillo. Éste fue sustituido en noviembre del pasado año por Aurelio Torrente.