Escándalo en el estreno

Las protestas de gran parte del público que tenía localidades de pago en el entresuelo -879 plazas, a razón de 1.000 pesetas por butaca- por la imposibilidad de ver la película deslucieron anoche el estreno de esta versión de Napoleón. La mayoría de las localidades del patio de butacas estaban reservadas para las invitaciones del Ministerio de Cultura.Las protestas comenzaron antes de la proyección, que se demoró durante media hora, ya que parte del público de entresuelo ni siquiera podía ver la pantalla. En la sala estaban presentes el ministro de Cultura, Javier Solana, y la directora general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, Pilar Miró.

El tono de las protestas fue tal que el subdirector general de Cinematografía, Carmelo Romero, se dirigió al público para explicar que un cuarto de hora antes de la proyección la pantalla había sido desplazada unos centímetros. Los gritos de protesta prosiguieron cuando Carmine Coppola salió al escenario para dirigir la Orquesta Ciudad de Valladolid. El Ministerio ha anunciado que devolverá el dinero o canjeará las entradas por un pase para el domingo a las 10.00 horas.