El Gobierno fija un nuevo reglamento para la elección del claustro de la Complutense
El Ministerio de Educación y Ciencia va a someter en los próximos días a la aprobación del Gobierno un proyecto provisional para elegir un nuevo claustro constituyente en la universidad Complutense de Madrid, según informaron ayer fuentes de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación. Esta decisión de la Administración anula todos los planes elaborados en este sentido por el actual claustro de la universidad, presidido por el rector Amador Schüller, y abre una nueva etapa en el enfrentamiento entre el equipo dirigente de la Complutense -de signo conservador- y el Ministerio de Educación y Ciencia.
El texto que será sometido en breve a la aprobación del Consejo de Ministros implica la convocatoria, probablemente el próximo mes de enero, de elecciones para designar a los miembros del claustro universitario, el máximo órgano de representación y gestión de la universidad, y supone también un cambio radical de su sistema de representación.El proyecto elaborado por el equipo del rector Schuller proponía una composición interna del claustro de 330 profesores numerarios, en representación de los 1.900 con que cuenta la Complutense, y 49 profesores no numerarios, en representación de 2.700.
Esta proporcionalidad, considerada en la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación como antidemocrática, se ve sustituida en el proyecto del ministerio por otra "mucho más ajustada a la verdadera composición del profesorado", que invertirá el sentido de la balanza en favor de los mayoritarios, los no numerarios. El cuanto el nuevo claustro sea elegido, las normas que va a dictar en breve el Gobierno dejarán de tener validez, y será el nuevo claustro quien elaborará su propio reglamento.
Moción de censura
En principio, la decisión de alterar el proyecto de Schuller por parte del ministerio no supone la dimisión del actual rector de la Complutense, ya que uno de los artículos del estatuto que recibieron la conformidad del Consejo de Estado y la aprobación sin condiciones del Consejo de Ministros se refería textualmente a que el cambio de claustro no implica la elección de nuevo rector. No obstante, al claustro siempre le queda la posibilidad de presentar una moción de censura y forzar el nombramiento de un rector distinto.El argumento del ministerio para justificar su decisión de rechazar el proyecto de, Schuller y sustituirlo por otro distinto es que no ha recibido el número de votos que el reglamento exige. El proyecto de estatuto de autonomía de la Universidad Complutense de Madrid fue aprobado en su día por mayoría absoluta.
Meses después, el Consejo de Estado declaró que una parte del mismo no se ajustaba a las exigencias de la ley de Reforma Universitaria (LRU), ya que se pretendía prolongar el mandato del claustro constituyente hasta convertirlo de hecho en ordinario sin necesidad de nuevas elecciones, pretensión contraria a lo dispuesto en la LRU.
Votos insuficientes
El Consejo de Estado devolvió entonces el proyecto de estatutos para su modificación, que fue presentado ante el Ministerio de Educación fuera de plazo y con el aval de 256 votos, lejos de los 514 que exige la mayoría absoluta.En este punto justifica su actuación el Ministerio de Educación, ya que entiende que el estatuto reformado no ha sido en realidad aprobado, pues no tiene los votos que el propio estatuto exige -la mayoría absoluta-, y, en consecuencia, "no puede entrar en vigor algo que no está aprobado", según un portavoz de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación. EL PAIS trató de conocer la opinión del rector Schuller, pero no fue posible al haber estado éste, primero reunido, y después indispuesto en su dotnicilio acausa de un resfriado, según informaron en su secretaría. Quien sí ha manifestado su opinión al respecto ha sido el decano de la facultad de Derecho y miembro del claustro de la Complutense, Gustavo Villapalos, tras el revuelo que originó su conferencia pronunciada hace dos días ante el Club Liberal de Madrid en tono muy crítico hacia el ministro de Educación, José María Maravall.
Villapalos acusó a Maravall de impedir las elecciones a claustro en la Complutense, se refirió a él indirectamente con el término "terrorrista verbal", cuestionó sus declaraciones a raíz de los incidentes entre catedráticos y estudiantes el día de la inauguración del curso y calificó de "estado de excepción" la situación en que va a quedar la universidad si el ministerio rechazaba como así lo ha hecho- el estatuto modificado presentado por el actual claustro que preside Schuller.
Villapalos matizó ayer a este periódico su alusión a Maravall como "terrorista verbal" -"se trata de una cita de Borges, pronunciada sin ánimo ofensivo"-, pero se reafirmó en la consideración del "estado de excepción para la Complutense" y señaló que el ministerio se excede en sus competencias "al tratar de recortar", con decisiones como la ahora adoptada, "la autonomía de las universidades". Villapalos dijo también que, en su opinión, "no quedará otra opción que recurrir la decisión del ministerio por la vía contencioso-administrativa".
'Estado de excepción'
Un portavoz oficial de la Secretaría de Estado de Universidades manifestó ayer su "estupefacción por las extemporáneas declaraciones del decano de Derecho, impropias de quie tiene la responsabilidad de dirigir una facultad", y añadió que Villapalos "no puede confundir estado de excepción con régimen transitorio"."Dada la condición de jurista de quien ha hecho esas declaraciones", concluyó el portavoz oficial, "un error de calificación jurídica como el apuntado sólo puede explicarse en quien tiene intereses electoralistas manifiestos", en clara alusión al supuesto de que Gustavo Villapalos opte, en las elecciones del primer trimestre de 1986, al puesto de rector de la Universidad Complutense de Madrid.
Villapalos negó categóricamente estas afirmaciones de la Secretaría de Estado de Universidades y señaló que sólo se explica la "fijación" del actual equipo de Maravall con la Universidad Complutense "porque la gran mayoría de los actuales altos cargos ministeriales son profesores de la Complutense en excedencia". "Es difícil ser objetivo", concluyó, "cuando se es a la vez juez y parte".
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