Aplazado el juicio contra Luis Martínez Larios, acusado de ocho asesinatos
La Sala Tercera de lo Penal de la Audiencia Provincial de Valencia suspendió ayer, por tercera vez consecutiva, la vista oral de la causa contra Luis Martínez Larios, acusado de un total de ocho asesinatos. El juicio, por la muerte en 1981 de un hombre llamado Jesús Medina Iniesta, se aplazó por incomparecencia del principal testigo, Manuel González Martínez, quien, según el abogado defensor de Martínez Larios, fue reconocido en su día por los familiares de la víctima como el verdadero asesino de Medina.Luis Martínez Larios, de 35 años, que llegó a ser llamado en Valencia el enemigo público número uno, está acusado de ocho asesinatos, uno de ellos en grado de frustración, presuntamente cometidos entre 1981 y 1984. El caso más conocido en que se vio implicado fue el asesinato, el día 17 de enero de 1984, de tres guardias civiles en una carretera próxima a Valencia, atribuido a su hermano Andrés, que falleció horas después por los disparos recibidos en el enfrentamiento. El propio Luis resultó herido de bala y fue detenido cuatro días después en Valencia.
Los otros delitos de sangre que se le atribuyen son, por este orden, el asesinato de Jesús Medina, por el que se le juzgaba ayer en Valencia; la muerte del yerno de este último, y los fallecimientos en sendos atracos de un director de banco, un pensionista y el cajero de un supermercado. Martínez Larios, sin embargo, ha negado siempre ser el autor de tales delitos, que aceptó en comisaría pero negó más tarde ante el juez.
En una carta abierta publicada el pasado lunes en el diario La Hoja del Lunes de Valencia, Martínez Larios afirma que firmó su declaración ante la policía, en la que se autoacusaba de los asesinatos, "después de siete días de habitar en un inmundo calabozo, ( ... ) sufriendo vejaciones injustas, insultos y malos tratos de toda clase".
El abogado del procesado, Jesús Sancho Tello, solicitó ayer la suspensión del juicio por el asesinato de Jesús Medina por la incomparecencia del testigo Manuel González Martínez, actualmente "en paradero desconocido", que fue reconocido por testigos presenciales del crimen como el verdadero autor de los disparos que acabaron con Medina. Ésta es la primera causa por delito de sangre, por la que se juzga a Martínez Larios, que fue procesado anteriormente por delitos de escasa importancia, sin que pese todavía ninguna sentencia firme contra él.
Su desconocimiento de los mecanismos del mundo delictivo y su falta de antecedentes anteriores por delitos violentos sorprendieron en su día a la policía, que le conceptuó como un hombre poco maduro, introvertido y "que iba de independiente, sin relación con los medios delictivos de la ciudad". La mujer y la hija de Jesús Medina, presuntamente asesinado por Martínez, no le reconocieron en ninguna de las pruebas practicadas, según consta en el sumario, como afirmó su abogado. El acusado, vestido ayer con pantalones grises, camisa blanca y jersei azul, con barba crecida, se mostró durante la vista oral visiblemente abatido, al parecer acobardado por la fuerte afluencia de público, y no levantó los ojos del suelo.
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