Liberación de los rehenes soviéticos es interpretada en Líbano como un éxito sirio
La Prensa libanesa interpretó ayer al unísono la liberación, el miércoles, de los tres rehenes soviéticos secuestrados en Beirut como una victoria de Siria y de la superpotencia con la que está aliada, la Unión Soviética. Entre tanto, Estados Unidos no logra forzar la puesta en libertad de sus seis ciudadanos secuestrados en Líbano mucho antes que los funcionarios de la Embajada de la URSS.
"Acaso contamos con más amigos aquí que Washington", fue la respuesta del encargado de negocios soviético en la capital libanesa, Yuri Suslikov, a una pregunta sobre el éxito de las gestiones de Moscú comparado con el fracaso de los intentos de la Casa Blanca para obtener la liberación de los norteamericanos. Suslikov se dirigió brevemente a los periodistas antes de entrevistarse con el presidente libanés, Amin Gemayel.El diario beirutí prosirio As Shark comparaba Ias manifestaciones de alegría" que se produjeron el miércoles tras la liberación de los soviéticos con "la indiferencia de la población tras la puesta en libertad de los 39 rehenes estadounidenses" capturados cuando volaban en junio a bordo de un avión de la TWA.
Además del tanto político, los periódicos locales resaltaban que Damasco se ha apuntado también un tanto militar al haber sido el general Ghazi Kanaan, jefe de los servicios secretos sirios en Líbano -que por primera vez desde 1982 viajó a Beirut-, el principal artífice de la negociación con la Organización de Liberación Islámica (integrista), en cuyo poder estaban los tres soviéticos. Por si cupiesen dudas sobre el relevante papel sirio, varios vehículos con matrícula de, Damasco estacionaron ayer ante la Embajada de la URSS.
La intención siria de ordenar a sus aliados locales que rastreasen los campamentos de refugiados de Beirut para localizar a los rehenes parece haber surtido efecto, según los rotativos. El diario en lengua francesa L'Orient le Jour no dudaba en formular ayer la hipótesis de que "para salvaguardar a sus fuerzas en los asentamientos de los suburbios de la capital amenazadas por sus adversarios, Yasir Arafat suscribió, finalmente, un acuerdo con Moscú".
Lo cierto es que el líder de la Organizacíón para la Liberación de Palestina (OLP), acusado por sus enemigos de haber instigado la operación terrorista para intentar salvar de una derrota militar a sus aliados fundamentalistas que controlaban la ciudad de Trípoli, se entrevistó en la madrugada del miércoles con el embajador soviético en Amman.
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