Estado de emergencia en Nicaragua
La implantación del estado de emergencia en Nicaragua hace correr nuevamente la tinta de los que ven al sandinismo como a un proceso, a fiscalizar de continuo. Este diario, adoptando una postura aparentemente progresista, no deja de contribuir a crear un esta dode opinión sutilmente contrario al FSLN, cuando el FSLN no ha implantado, ni mucho menos, su proyecto social originario. Las contradicciones del proceso han obligado a realizar una revolución muy pragmática. Los sandinistas han hecho gala de una flexibilidad, de una tolerancia política y social desconocidas en América Latina. Tras su triunfo no hubo represa lias masivas ni venganzas personales; se abolió la pena de muerte, se declaró la libertad de expresión y de partidos políticos, al tiempo que se intentaba integrar en el nuevo poder a las organizaciones populares. Así, Nicaragua es el único" país centroamericano. que apoya firmemente el Grupo de Contadora y que firmó la única acta elaborada, y Nicaragua ha sido el único país con la iniciativa de intentar un acuerdo negociado con EE UU en Manzanillo, que ha sido rechaza do repetidamente. Sin embargo, la agresión que sufre es continua y cada vez más grave (sobre todo desde la última ayuda de los EE UU a sus enemigos, de 27 millones de dólares), con agresiones militares y diplomáticas. Y en el interior la oposición realiza un verdadero terrorismo ideológico, des de el diario La Prensa, el COSEP (Consejo de Empresa Privada) y la jerarquía eclesiástica.
La sorpresa para muchos es que, en una situación así no se declarara antes el estado de emergencia. Por ello, sería más lógico que las críticas se centraran sobre la causa última que provoca las deficiencias políticas de Nicaragua. ¿Qué han hecho los medios de comunicación. y los gobiernos democráticos para frenar la agresión norteamericana? Silenciamos la agresión, ésta provoca. dificultades en Nicaragua y luego nos convertimos en la conciencia de los que deberían hacer los nicaragüenses.- y 10 firmantes más.
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