La escuela de Optica, símbolo de la masificación de la universidad Complutense

Unos 200 alumnos de la escuela de Optica de la universidad Complutense se manifestaron ayer ante la sede de Educación y Ciencia para exigir soluciones urgentes a los problemas que padece su centro, convertido este año en símbolo de la masificación de la principal universidad madrileña. Los futuros ópticos temen que las carencias que ya padecían se agraven con la llegada de los 1.557 alumnos admitidos en primer curso este año y otros 1.000 más de la escuela de Estadística, a los que también se va a acomodar en el centro.

La escuela universitaria de Óptica, situada en la calle de Arcos de Jalón, en la popular barriada de San Blas, originariamente funcionó como colegio universitario adscrito a la Complutense con tres divisiones: Geografía e Historia, Derecho y Biológicas. El colegio fue creado para atender la explosión de la matrícula universitaria en los primeros años 70, que ya entonces desbordaba la capacidad del campus de la Moncloa. Aquella explosión se acentuó en la facultad de Biológicas, a raíz del establecimiento del numerus clausus en las facultades de Medicina.Con el tiempo, se produjo la plena integración de las divisiones de Geografía e Historia en las correspondientes facultades y más recientemente la de Biológicas, aunque en el centro de San Blas permanecerán este curso todavía 400 alumnos de esta facultad. Simultáneamente al progresivo desmantelamiento de la división de Biológicas, empezó a funcionar la escuela de Óptica cuando esta especialidad se institucionalizó.

Los alumnos de los cursos segundo y tercero de óptica entregaron ayer a las autoridades ministeriales un escrito en el que denuncian la precariedad de instalaciones que ya padecían en cursos anteriores, sobre todo en materia de laboratorios, lo que ha reducido al mínimo las clases prácticas. La inesperada admisión de 1.575 alumnos en primer curso, frente al cupo máximo de 150 que la escuela y el propio rectorado de la Complutense habían calculado inicialmente, y el anuncio de que también 1.000 nuevos alumnos de la escuela de Estadística van a cobijarse en este centro, han venido a colmar el descontento y la alarma.

En su escrito al ministro, los alumnos precisan que no quieren que se niegue la matrícula a nadie, pero piden que se garanticen las condiciones en que se va a impartir la enseñanza a todos. Por otra parte, portavoces de los estudiantes han señalado que las obras que se están realizando a marchas forzadas estos días en el centro, aparte de retrasar indefinidamente el comienzo de curso para los nuevos, suponen una amenaza más para aquellas garantías. "Ahora mismo", dicen, "entre el mar de rumores en que nos movemos, no es el más alarmante el qué apunta a una eventual supresión de los actuales e insuficientes laboratorios". A título de ejemplo , señalan que "el año pasado los alumnos de primero no tuvieron una sola clase práctica y los de segundo, sólo una al mes y de una única asignatura, mientras tres materias eminentemente prácticas se han convertido en puramente teóricas".