Una auditoría revela graves irregularidades en la gestión de la Alhambra de Granada
Una reciente auditoría sobre la gestión del monumento de la Alhambra ha sacado a relucir serias irregularidades, principalmente en lo relativo a la biblioteca. Han desaparecido volúmenes de gran valor retirados "por motivos extrabibliotecarios", según señala la auditoría. A los préstamos sólo tenían acceso los miembros del patronato y no existe libro de registro. Algunos de estos libros faltan desde la década de los cuarenta, sin que hasta el momento hubiera trascendido su falta. También se registran graves irregularidades en la gestión de la revista Cuadernos de la Alhambra, en cuya edición se invertía una parte considerable del presupuesto anual de la biblioteca.
Volúmenes de gran valor han desaparecido de la biblioteca de la Alhambra, según un informe interno conocido por este periódico y sobre el cual, presumiblemente, se ha inspirado la auditoría sobre la gestión del monumento, en poder de la Consejería andaluza de Hacienda. En el documento también consta la pérdida de un fondo de diapositivas, la duplicidad en la compra de volúmenes en ocasiones motivada por "razones extrabibliotecarias", y el préstamo de 55 volúmenes no devueltos, algunos retirados a primeros de la década de los cuarenta.Sólo el archivo documental de la biblioteca de la Alhambra está bien organizado, aunque se désconoce el destino de 41 de los 466 legajos que lo componen. La biblioteca, en cambio, está mal catalogada. Los libros pueden aparecer por el nombre de su autor o por la editorial, indistintamente. Durante la gestión del extinto patronato, sólo tenían acceso a ella los que estuvieran en posesión de una orden expresa del director. A los préstamos sólo tenían acceso los miembros del patronato. Al no existir libro de registro, se desconoce el número exacto de volúmenes que hay en la actualidad son 4.458, pero se supone que puede haber más.
La biblioteca no recibe catálogo de publicaciones para las compras; el fondo de libros antiguos, publicados antes de 1801, no tiene catalogacion especial, y algunos de los más valiosos no se encuentran en buen estado. El documento interno detecta más anomalías, como la duplicidad de compra de volúmenes. De una reciente edición facsímil, en dos tomos, de Las cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio, se adquirieron tres; el que se supone repetido ha desaparecido.
En el inventario realizado poco después de que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía asumiera las competencias sobre el conjunto monumental granadino, se detectó que al menos 55 volúmenes habían sido prestados y no devueltos. En ciertos casos el préstamo se realizó en los primeros años de la década de los cuarenta. El libro Estudio descriptivo de los monumentos árabes en Granada, de Rafael Contreras, editado en 1885, aparece retirado por Rosario Torres en 1970. Otros volúmenes en situación semejante son el de Ciudades de arte célebres, de P. Champion, prestado en 1943 al "arquitecto" se supone que el de la Alhambra; el titulado Los alcázares de España. La Alhambra. Leyendas árabes, de Manuel Fernández y González, fue retirado en 1944 por Antonio López Dombrat.
Préstamos incontrolados
También La España mística, de Ortiz Echagüe, fue retirado en 1944 por Francisco Prieto Moreno, quien igualmente se llevó prestado el libro España, pueblos y paisajes, del mismo autor. Un ejemplo del descontrol existente sobre los volúmenes que salían fuera de la biblioteca es el caso del libro Málaga, su fundación, su antigüedad eclesiástica y seglar, que aparece retirado por la profesora de la universidad de Málaga, Encarnita". En el documento también consta una serie de ejemplares que se dan por perdidos. Entre ellos se halla una rara edición del Retrato del buen vassallo, copiado de la vida y hechos de don Andrés Cabrera, escrito por Francisco Pinel y editado en 1677 en Madrid.No obstante, entre los libros desaparecidos hay otros publicados hace escasamente dos años. Desde 1980 los gastos de la biblioteca han supupsto anualmente una cantidad cercana a los dos millones y medio de pesetas. En este presupuesto se incluían la edición de los Cuadernos de la Alhambra (una revista que no tiene periodicidad fija), las encuadernaciones y los trabajos de fotografía sobre restauraciones.
Para la adquisición de volúmenes, el presupuesto anual osciló entre 500.000, y 700.000 pesetas. No obstante en 1984 la cantidad total, presupuestada subió a 3.147.682 pesetas, de las que 930.000 iban destinadas a la adquisición de libros.
Los 'Cuadernos de la Alhambra'
Pero la mayor partida se empleó en la edición de los Cuadernos de la Alhambra. El pasado año se gastaron 1.605.000 pesetas.En la edición de la revista nunca existió un presupuesto previo. Los colaboradores iban a la imprenta y aumentaban a su antojo el número de páginas o grabados. Según el informe interno de la comisaría de la Alhambra la comunicación fue "un monopolio para algún investigador"; estuvo centrada "a otros investigadores cualificados, a quienes interesaba publicar en la revista".
También se hace la acusación de "un derroche de medios gráficos" y una "desigualdad en los objetivos, en el sentido de que trabajos importantes e incluso ejemplares ocupan poco espacio con respecto a otros artículos, hinchados". Los firmantes habituales de la revista eran personas cercanas a los miembros del desaparecido patronato. En el capítulo de ediciones propias, un caso significativo de la desorganización es la edición de 1.000 ejemplares de La fachada del palacio de Comares, en tres volúmenes, de los que sólo se editó el primero.
El coste de la revista supera el millón y medio de pesetas y la práctica totalidad de la edición está sin distribuir. Entre otros cambios, también han sido renovados los cargos de la biblioteca de la Alhambra. En la actualidad, los trabajos de catalogación los hacen dos becarios enviados, por la universidad de Granada.
Babelia
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