El ministro del Interior de Nicaragua asegura que se respetará la libertad religiosa
El comandante Tomás Borge, ministro del Interior y alto dirigente sandinista, aseguró el pasado jueves que el estado de emergencia decretado en Nicaragua no afecta a la libertad religiosa y de cultos del país, que será respetada. Tanto la curia episcopal como el cardenal Miguel Obando y Bravo habían denunciado una "persecusión religiosa" contra la Iglesia, que se lleva a cabo "por el único hecho de cumplir fielmente su misión evangelizadora".
Las declaraciones de Borge, que fueron destacadas como primera información del principal telediario del jueves, fueron hechas al celebrarase el sexto aniversario de la fundación del Ministerio del Interior, definido oficialmente como "centinela de la alegría del pueblo".Tras denunciar la desarticulación de un plan contrarrevolucionario de atentados en Managua, el Plan Alacrán, Borge se refirió a las repercusiones del estado de emergencia sobre la actividad religiosa. "Hay que ser ciegos para afirmar que el estado de emergencia niega la libertad religiosa en un país cuya revolución ha demostrado de mil maneras que no hay ni habrá jamás persecución religiosa", dijo el dirigente sandinista. "Afirmamos enfáticamente", agregó, "que la libertad de culto es un derecho que será respetado en Nicaragua, y nuestro pueblo puede tener la certeza de que su vocación evangélica podrá seguir manifestándose con la libertad de siempre".
La selección de este pasaje del discurso de Borge como primera información del telediario parece apuntar a un intento de la dirección sandinista de borrar la impresión de que el decreto de emergencia está dirigido a poner coto a la actividad opositora de la jerarquía católica nicaragüense. Las primeras interpretaciones sobre la finalidad del decreto, que restringe y elimina una serie de derechos cívicos, apuntan a que se trata de un instrumento para combatir la oposición interna, especialmente la que se forma en torno a la jerarquía eclesiástica.
La principal queja de la Iglesia desde la imposición del estado de emergencia es la ocupación militar de una oficina de la curia en la que se imprimía el primer número del periódico La Iglesia, que iba a ser el portavoz del arzobispado de Managua. El Ministerio del Interior informó que las oficinas fueron intervenidas porque el diario fue editado sin autorización, lo que viola la ley general de Medios de Comunicación.
Normalidad nicaragüense
En una primera impresión, en Managua no se advierten síntomas externos de una especial vigilancia policial o represión. Desde que el avión de la línea aérea nicaragüense entra en el territorio del país hasta el aterrizaje en el aeropuerto de la capital, por el altavoz se advierte, hasta cinco veces: "Nos encontramos en el territorio libre de Nicaragua". A las puertas de los cines se formaban la noche del jueves largas colas. Tras un largo corte de energía eléctrica, que interrumpió la programación de la primera cadena de televisión, se emitió, antes del Noticiero sandinista, el capítulo del culebrón mexicano El derecho de nacer, que concluyó dramáticamente con el despido de la criada negra de la casa. Después del telediario, la primera cadena ofreció una película de Doris Day y la segunda, una hora y media de Marx y Engels.En contra del tratamiento destacado dado por la televisión el jueves a las palabras de Borge sobre las garantías a la libertad religiosa, esa parte de su discurso no fue mencionada ayer en el periódico Barricada, órgano oficial del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Barricada títula a toda página con las palabras de Borges 'Atar las manos al terror', y publica un editorial en primera página bajo el título 'Los disfraces del totalitarismo', que destaca la coincidencia de las declaraciones del cardenal Miguel Obando y Bravo y las del presidente norteamericano, Ronald Reagan. Ambos calificaron la declaración del estado de sitio como "un paso hacia el totalitarismo".
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