El congreso de musicólogos hispanistas de Salamanca, considerado como un hito para la música española

Los 300 musicólogos hispanistas más importantes de todo el mundo se han reunido durante toda la semana pasada en Salamanca, 50 años después del último encuentro sobre música española, celebrado en Barcelona. El Congreso Internacional España en la Música de Occidente, organizado por el Ministerio de Cultura entre los actos conmemorativos del Año Europeo de la Música, ya es un hito de referencia y ha servido como marco para exponer el estado de los estudios sobre la historia de la música española. También ha sido escenario de algunas polémicas que enfrentan a los especialistas.

Según los directores de este encuentro, en cuya organización han trabajado durante año y medio los musicólogos Emilio Casares, José López Calo e Ismael Fernández de la Torre, asistidos por Dámaso García Fraile, el congreso ha conseguido el propósito inicial de convertirse en un hito en los estudios de la música española. Una de las frases más celebradas ha sido la del destacado musicólogo francés Michel Huglo: "España entra con este congreso en el mercado común europeo de la música". Y una de las ideas más extendidas entre los participantes en él es que "habrá un antes y un después del congreso de Salamanca", tras el vacío de cinco décadas producido después del encuentro que promovió en 1936 Higinio Anglés en Barcelona.España en la Música de Occidente ha tenido una estructura temporal en su desarrollo. A lo largo de cinco jornadas se han presentado 10 ponencias, 30 subponencias y 30 comunicaciones sobre música de la edad media, renacimiento, barroco y los siglos IX y X. Estudiosos de todo el mundo occidental han presentado sus tesis sobre aspectos diferentes que han llevado a la polémica, no sólo en cuestiones puntuales, sino también como expresión de planteamientos diferentes en la musicología. No obstante, el congreso ha servido como espaldarazo a la orientación de los trabajos encabezados en España por Emilio Casares y José López Calo, basados en un estudio sistemático y científico, con un predominio de la visión sociológica de la música, y dé la misma música en sí, de su evolución, sobre la que, según los especialistas, ha primado en la musicología oficial española, basada en la aportación de datos concretos.

Desacuerdos

Los desacuerdos o nuevas perspectivas de las investigaciones comenzaron en la primera jornada. La existencia de una música cortesana fue cuestionada por Ismael Fernández de la Cuesta, contrario a englobar bajo el concepto de música cortesana toda la música medieval no religiosa. "En la corte existían muchas formas de música, no sólo la trovadoresca, sino también otras, por ejemplo la polifónica o las cantigas de Alfonso X, una música cortesana con ambiente paralitúrgico", explicaba.La carencia de documentación musicial no litúrgíca es, según los expertos, el origen de muchas de estas polémicas. Entre ellas, el profesor Avner Batha, de la universidad de Tel Aviv, provocó la contestación de otros participantes al plantear que la música judeo-árabe influyó en el romance, lo que contraría las proposiciones sostenidas en la actualidad. El tema dio origen a un debate más generalizado sobre la interrelación de las culturas musicales entre los grupos diversos que poblaban en la Edad Media la Península.

Junto a grandes estudios de musicólogos reconocidos en el mundo entero, se presentaron aportaciones de cuestiones concretas que obligaron también a permanecer a los congresistas en jornadas de casi ocho horas en la universidad salmantina.