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La oferta soviética de desarme

Washington asegura que Moscú cuenta con un sistema de defensa estratégico más avanzado que el de EE UU

Francisco G. Basterra

Estados Unidos contraatacó ayer en la ofensiva desatada por Mijail Gorbachov en Europa de cara a la cumbre de Ginebra, denunciando que la Unión Soviética posee un sistema de defensa estratégica superior al norteamericano, con tecnología avanzada, eventualmente capaz de impedir una eficaz represalia de EE UU ante un primer ataque nuclear de la URSS. La Administración de Reagan se negó ayer, sin embargo, a responder públicamente a la oferta de Gorbachov de una reducción de un 50% en los arsenales estratégicos de las dos superpotencias a cambio de la prohibición de probar y desplegar armas en el espacio.

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"La URSS aún está presentando los detalles de su propuesta en Ginebra, y todavía es prematuro realizar una completa evaluación de la misma", afirmó ayer Paul Nitze, el principal asesor del presidente para el control de armamentos. Horas antes, Ronald Reagan, en una respuesta improvisada a Gorbachov, saludó el tono serio y nuevo de la oferta de Moscú, pero confirmó: "No vamos a retirarnos de la Iniciativa de Defensa Estratégica". El presidente insistió en que la investigación y las pruebas de la guerra de las galaxias no violan el tratado de misiles antibalísticos (ABM) de 1972. El líder soviético no descarta en su propuesta la posibilidad de la investigación.Reagan afirmó que la URSS "tiene una ventaja de 10 años sobre EE UU en el desarrollo de un sistema defensivo. Por esto les molesta mucho la idea de no ser los únicos que tienen una defensa contra armas nucleares". El presidente rechazó también la oferta de reducir los cohetes de alcance intermedio SS-20 soviéticos que apuntan a Europa occidental. Como son móviles, afirmó, mientras no los destruyan, "prodrán traerlos de nuevo cada vez que quieran".

La Administración de Reagan ha decidido utilizar la diplomacia secreta y la negociación en Ginebra sobre el fondo de las ofertas de la URSS, pero tampoco quiere quedarse atrás en la carrera de buscar los titulares de las primeras páginas de los periódicos, que esta semana ha monopolizado Gorbachov. Esto explica la presentación ayer a la Prensa de un estudio sobre el sistema de defensa estratégico de la URSS dirigido a demostrar que Washington se limita sólo a seguir lo que Moscú ya está realizando desde hace décadas. La denuncia específica formulada ayer es que la URSS está aumentando y modernizando su arsenal ofensivo, a la vez que su sistema defensivo, con la clara finalidad de "conseguir la capacidad de lanzar un primer ataque nuclear contra EE UU".

El informe presentado por el Gobierno norteamericano asegura que si se permite a la Unión Soviética un monopolio de sistemas defensivos avanzados contra misiles balísticos, unido al desarrollo de sus fuerzas ofensivas, "la URSS podría llegar a creer en la posibilidad de lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos o nuestros aliados sin miedo a una efectiva represalia. Esto podría entenderse como una posibilidad realista de un efectivo chantaje nuclear". El estudio aireado ayer está firmado conjuntamente por los secretarios de Defensa, Caspar Weinberger, y de Estado, George Shultz. El informe es una compilación de todos los anteriores sobre defensas estratégicas de la URSS.

El informe denuncia que la URSS ha reforzado y extendido el único sistema operacional existente, el que rodea Moscú. Asegura que la construcción del radar de Krasnoiarsk viola el tratado ABM. Moscú, añade el estudio, posee el único sistema operacional antisatélite, y ha iniciado la modernización de sus fuerzas aéreas de defensa estratégica. El Gobierno norteamericano dijo también ayer que la combinación de radar defensivos instalados ya, algunos de ellos móviles y de despliegue rápido, sugiere que Moscú está preparando una defensa AMB de todo el país, lo que está prohibido por el tratado sobre misiles antimisiles balísticos.

El documento hecho público por el Pentágono y el Departamento de Estado afirma que "durante los últimos 25 años, Moscú ha incrementado sus defensas, activas y pasivas, en un claro intento de "evitar los efectos de una represalia norteamericana o aliada a cualquier ataque soviético". El estudio fue presentado por dos pesos pesados de la Administración de Reagan, el embajador Paul Nitze, que es el principal experto en negociación sobre armas nucleares de este país, y el subsecretario del Pentágono, el halcón Richard Perle. Nitze afirmó que, durante décadas, "el esfuerzo defensivo soviético se ha mantenido en silencio". Para Perle, es un programa formidable, "y tenemos todo el derecho a estar preocupados".

El informe denuncia la amplitud y la continuidad del esfuerzo de Moscú en este campo defensivo, y asegura que no ha sido perturbado por el tratado ABM. En contra de lo que se estimaba públicamente hasta ahora en EE UU, el programa soviético, denunció Perle, incluye tecnología avanzada en rayos láser e investigación en armas de rayos de partículas y sistemas de armas de energía cinética.

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