Estados Unidos establece normas para los trasplantes de genes en seres humanos
Las autoridades sanitarias norteamericanas aprobaron el lunes pasado las normas que regularán un revolucionario tipo de tratamiento médico conocido como terapia genética, utilizado para prevenir las enfermedades hereditarias en seres humanos.
El tratamiento genético consiste en trasplantar genes al interior de las células del cuerpo del paciente para corregir defectos que, de otra manera, serían incurables.
Científicos e investigadores están considerando seriamente la posibilidad de utilizar esta terapia para curar enfermedades genéticas mortales, tales como fallos en el sistema inmunológico, en los que se conoce cuál es el gen imperfecto, y su homónimo perfecto se crea en el laboratorio.
La técnica que se ha considerado más apropiada para realizar la terapia es la de extraer células de la médula ósea del paciente, tratarlas en el laboratorio insertándoles un nuevo gen normal y volverlas a colocar de nuevo en el hueso del paciente.
En estas normas, aprobadas tras más de siete meses de discusiones, se prohíbe producir cualquier cambio genético que pueda transmitirse a futuras generaciones. Incluso se prohíbe cualquier tratamiento experimental que produzca efectos que puedan pasar de una generación a la siguiente.
Asimismo, cada uno de los casos en que se vaya a utilizar la terapia genética deberá ser aprobado por un comité local de revisión, así como por la Administración federal.
Las normas federales prohíben terminantemente realizar este tipo de terapia genética a los centros que no hayan sido debidamente autorizados por el Instituto Nacional de la Salud.
Ahora que las normas han sido establecidas, los equipos científicos que estudian terapia genética pueden proponer tratamientos específicos a los pacientes, aunque de momento todos los equipos de investigación interesados en el tratamiento están afiliados a institutos autorizados.
Escaso éxito
Con anterioridad ya se habían realizado algunas pruebas de esta técnica en seres humanos sin el consentimiento federal, pero en ningún caso con éxito, aunque los especialistas consideran que desde esas primeras aplicaciones, las investigaciones han avanzado enormemente.Las normas que regularán esta terapia genética fueron aprobadas unánimemente por una comisión del Instituto Nacional de la Salud. Los miembros de la comisión han señalado que "la aprobación constituye un paso adelante para dar a este tratamiento un uso práctico".
En un futuro próximo se espera que la terapia genética se limite a las enfermedades resultantes del fallo de un gen individual, pero los científicos no descartan la posibilidad de aplicar esta técnica en un campo más amplio.
En el caso del cáncer, se podría atacar las células que producen algunas formas de cáncer si se puede encontrar la manera de usar los trasplantes de genes para contrarrestar o invertir el anormal funcionamiento básico que provoca que una célula sea maligna.
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