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Ataque a dos barcos españoles en la zona sahariana

El Polisario reivindica el ametrallamiento de 'El junquito' y anuncia que uno de los marineros ha muerto

El Frente Polisario reivindicó anoche, en una llamada telefónica a EL PAÍS, los ametrallamientos del pesquero español El junquito y de la patrullera Tagomago. Un comunicado del Ministerio de Información y Cultura de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), leído telefónicamente, calificó los hechos de "lamentable incidente" y anunció que uno de los siete pescadores -del que no se dio el nombre- resultó muerto y que los otros seis se encuentran "sanos y salvos". El Ministerio de Asuntos Exteriores difundió anoche un comunicado en el que aseguraba que había obtenido noticias del Polisario según las cuales los supervivientes van a ser entregados "lo antes posible".

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Texto del comunicado de la RASD
España mantendrá su actual política en el norte de África a pesar del incidente

La diplomacia española -que conoció los hechos ayer tarde a través del embajador volante de la RASD, Ahmed Bujari-, calificó el asunto de "grave". Añadió que su máxima preocupación consiste en recuperar con vida, y en España, a los pescadores supervivientes. En un comunicado, la Oficina de Información Diplomática (0ID) añadía ayer que se habían recibido noticias del Frente Polisario que afirmaban que se iba a hacer entrega de los supervivientes "lo antes posible"."No tenemos nada en particular en contra de los españoles y hemos tomado siempre nota con satisfacción de las recomendaciones de las autoridades españolas pidiendo a los pesqueros el mantenerse a unas 12 millas de la costa saharaui", afirmaba, por su parte, el comunicado de la RASD.

La república saharaui señalaba, exculpatoriamente, la dificultad de distinguir las fragatas y patrulleras marroquíes, "que son de fabricación española", de las unidades y barcos pesqueros españoles. Esta confusión, según la versión oficial de la RASD, llevó a que se abriese fuego contra El junquito.

En "legítima defensa"

A la mañana del día siguiente, se volvió a repetir el ametrallamiento, "en legítima defensa de su propio territorio", contra "unos barcos de guerra no identificados", agregaba la nota. El comunicado de la RASD, que hablaba de "barcos" en plural, no hacía referencia expresa de la patrullera española Tagomago, en cuyo ametrallamiento resultó muerto el cabo José Manuel Castro. La RASD atribuía la responsabilidad del incidente a "la conjunción de varias circunstancias", entre las que citaba "la negligencia por parte de la tripulación al no respetar los llamamientos del Frente Polisario" y de las autoridades españolas, al no avisar a los pesqueros, "para que no se acerquen a la costa saharaui", que es "zona de guerra".

Como último responsable, la BASD señalaba al Gobierno de Marruecos que "continúa induciendo a error a empresas e incluso a Gobiernos hasta el punto de exponer la vida de inocentes personas al peligro de muerte".

A última hora de ayer, el Ministerio español de Asuntos Exteriores se limitaba a calificar los hechos de "graves". Las primeras noticias de la reivindicación del Polisario llegaron a Exteriores a través de los propios representantes de la RASD, cuyo embajador volante, Ahmed Bujari, se encontraba ayer en Madrid y contactó con la diplomacia española.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez -que se encontraba en Nueva York, asistiendo a la 40ª Asamblea General de Naciones Unidas- mostró ya su preocupación a primera hora de la tarde por la suerte de los pescadores.

La nota de la Oficina de Información Diplomática consideraba como asunto prioritario la vuelta a España de los seis pescadores supervivientes. Por ello, ningún portavoz del palacio de Santa Cruz se atrevía a pronosticar qué efectos tendría el incidente sobre la política española respecto al Sahara.

Contactos con el Gobierno

En diciembre de 1984, España, por vez primera, votó favorablemente -en vez de abstenerse- a una resolución de Naciones Unidas favorable al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Un mes después, el número dos de la RASD, Bachir Sayed, se entrevistaba en Madrid con diversos miembros del Gobierno español, entre los que se encontraba el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán.

No era aquella la primera vez que la RASD mantenía contactos con el Gobierno español. Sin embargo, a diferencia de las ocasiones anteriores, los contactos se dieron a conocer oficiosamente. El propio Fernando Morán, en una comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, el 22 de febrero pasado, reconocía estos contactos y afirmaba ante la Cámara que Marruecos "no se rasgaba las vestiduras por ellos".

El incidente del ametrallamiento del pesquero, y la patrullera puede introducir algunos cambios en esta flexibilización de las relaciones, según se reconocía oficiosamente ayer en el Ministerio español de Asuntos Exteriores. Entre los previsibles nuevos pasos de esta política de apertura hacia la RASD -que ahora puede encontrarse en peligro- se encontraba el probable permiso de España para la apertura en Madrid de una oficina de representación oficial de la RASD, que, de momento, cuenta sólo en Madrid con una oficina oficiosa de enlace con los medios de comunicacion.

Ayer, mientras el cónsul español en Rabat se dirigía a Dajla (antigua Villa Cisneros, Sáhara Occidental) para investigar los hechos, el encargado de asuntos consulares de la Embajada de España en Mauritania marchaba desde la capital, Nuakehot, hasta la ciudad de Nuadhibu (antigua Port Etienne) para tratar de esclarecer el ataque a los dos barcos, según informaba desde Rabat la agencia Efe.

Por su parte, Ahmed Bujari, representante para Europa del Polisario, declaró ayer en Madrid a Radio Nacional de España, preguntado si los pescadores son prisioneros, que "todo lo que sea español jamás podrá ser considerado prisionero por el pueblo saharaui ni por el Frente Polisario". "Esto no ha sido ningún acto dirigido contra el Gobierno español", añadió Bujari, "al que consideramos evidentemente amigo. Puedo decir oficialmente que estamos animados de la mejor predisposición política sobre todo lo que sea español".

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