_
_
_
_

Las sanciones de Reagan contra el 'apartheid'

( ... ) El presidente Reagan ha cedido finalmente a la táctica de sus críticos y ha ordenado suaves sanciones contra Suráfrica para expresar su repugnancia por la estructura de su política racista. "El pueblo americano está impaciente", dijo, "y todos necesitamos con fuerza la necesidad del cambio".Estas palabras eran obvias, particularmente desde que hace pocos días el presidente todavía defendía la paciencia y elogiaba las modestas reformas del régimen blanco de Pretoria. Reagan se ha aferrado durante mucho tiempo al punto de vista de que una colaboración y apoyo al Gobierno de Suráfrica, al evitar su condena, aceleraría el desmantelamiento del apartheid.

Al fracasar esta política, apareció el presidente como un apologista de la misma, justo en el momento en que empezó la protesta de los negros surafricanos.

Por ello, una aplastante mayoría de miembros del Congreso y del Senado forzó la mano del presidente para que impusiera al menos sanciones simbólicas contra Suráfrica. ( ... ) Las sanciones propuestas no durarían mucho, pero infligirían un golpe psicológico contra la comunidad económico-financiera en África del Sur.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La significación de la medida de Reagan procede de que se une a la campaña de presión psicológica.

Empleando su autoridad ejecutiva, el presidente adoptó las sanciones que iba a votar el Congreso, una ley de la que había dicho que impondría el veto.( ... ) Pero el presidente ha diluido su gesto al dar la impresión de que protege, sobre todo, al régimen surafricano de un daño considerable.

Sus medidas prohíben la importación de monedas de oro surafricanas, pero previa consulta con los socios comerciales americanos.

Esta preocupación por respetar las reglas del comercio no ha regido en los casos de sanciones contra Nicaragua y Polonia. Al mismo tiempo, el presidente prohíbe la concesión de préstamos al régimen de Pretoria, con excepción de aquellos que beneficien a la mayoría negra. (...)

Pero lo más grave de todo ello es el fracaso de la tentativa de Reagan de dar cierta urgenciaa la demanda de cambios en Suráfrica. El Senado lo intentó al notificar a Pretoria de que se arriesgaba a mayores sanciones si no desmantelaba las estructuras básicas del apartheid. La Administración no sólo rechazó esta idea, sino que además el Secretario de Estado, Shultz, declaró que ése era el principal defecto del proyecto de ley.

Indudablemente, la influencia de los Estados Unidos sobre Suráfrica es limitada, sobre todo ahora que el Gobierno de Pretoria ha respondido a las crecientes exigencias de la mayoría negra con una represión superior a la normal.( ... )

, 10 de septiembre

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_