Pretoria busca en Occidente soluciones a la crisis económica

El gobernador del Banco de la Reserva de Suráfrica, doctor Gerhard de Kock, celebró ayer conversaciones con altos funcionarios del Banco de Inglaterra sobre la situación económica de su país, que ha forzado a las autoridades surafricanas al cierre el pasado martes del mercado monetario de Johanesburgo hasta el próximo lunes como consecuencia de la dramática caída en la cotización internacional del rand, la moneda nacional de Suráfrica.Según la Embajada surafricana en Londres, De Kock salió anoche con destino a Estados Unidos con el fin de entrevistarse con las autoridades monetarias de aquel país. El problema al que se enfrenta Suráfrica, cuya crisis política a causa del mantenimiento de la política del apartheid ha provocado en los medios internacionales una falta de confianza en su futuro económico, radica en los pagos de su deuda exterior, calculada en 17.000 millones de dólares (unos tres billones de pesetas), de los que 12.000 millones son pagos a corto plazo. A finales de julio, las reservas en oro en el Banco de la Reserva ascendían a unos 2.100 millones de dólares, a los que había que añadir reservas en moneda extranjera por valor de otros 252 millones de dólares.

Según estimaciones hechas por el Banco de la Reserva, Suráfrica espera un superávit a finales de este año de 5.000 millones de rands en su balanza de pagos, una cantidad que le permitirá atender sus plazos a corto con holgura, siempre que los bancos comerciales extranjeros; le permitan una refinanciación de la deuda. Analistas financieros en la capital británica inforinaron de que Kock tratará de conseguir en sus conversaciones en Londres y Nueva York unas líneas de crédito de urgencia a corto plazo de por parte de los bancos emisores del Reino Unido y Norteamérica, y que estos bancos presionen por su parte a los bancos comerciales de sus países para que renueven sus créditos a Suráfrica.

Al mismo tiempo, es probable que Suráfrica anuncie el lunes, la imposición de controles de cambio más estrictos, coincidiendo con la apertura de los mercados monetarios., De producirse esta decisión, supondría un paso atrás en la política de liberalización económica anunciada por el Gobierno en 1983.

Suráfrica procedió el pasado martes al cierre de la Bolsa de Johanesburgo y a la suspensión de todas las transacciones en moneda extranjera como consecuencia de una caída en la cotización del rand al nivel más bajo de su historia. La moneda surafricana cotizaba a 0,78 centavos de dólar el pasado año, a 0,52 en julio pasado y a 0,3480 el día de cierre de la Bolsa de Johanesburgo. La caída en picado se produjo a consecuencia del discurso pronunciado en Durban por el presidente, Pieter W. Botha, a mediados de agosto (que produjo un desencanto universal, al no enumerar ninguna medida concreta para el desmantelamiento del apartheid, como se había filtrado previamente a las cancillerías occidentales por parte de las embajadas surafricanas en el exterior).

El mismo De Kock manifestó poco antes de abandonar Sur-_áfrica en su misión de rescate de la economía surafricana que las actuales dificultades de su país se debían a causas sociopolíticas y no económicas.

Los analistas consultados en Londres predicen que De Kock encontrará más dificultades en Estados Unidos que en el Reino Unido en su esfuerzo por conseguir nuevos créditos por parte de los bancos comerciales a su país. La posición del Congreso de Estados Unidos, a punto de aprobar sanciones económicas contra Suráfrica, y la postura de la mayoría de las ciudades americanas con mayoría negra hacen muy difícil para la banca estadounidense la concesión de nuevas líneas de crédito, máxime si se tiene en cuenta que esas líneas de créditos han sido negadas en la renegociación de la deuda latinoamericana.