El encargado de negocios de la Embajada de la RDA en Argentina se pasa a la RFA

La deserción a la República Federal de Alemania (RFA) del encargado de negocios de la Embajada de la República Democrática Alemana (RDA) en Buenos Aires; la destitución del presidente del Servicio Federal de Información (BND), Herbert Hellenbroich; el nombramiento para dicho cargo del hasta ahora embajador de la RFA ante la OTAN, Hans-Georg Wieck, y la detención y posterior puesta en libertad de un alto funcionario de la Oficina Federal de Protección de la Constitución (BFV) por sospecha de espionaje fueron los hechos más destacados ayer en el escándalo de espionaje que desde hace unas semanas sacude a la RFA.

El llamado frente invisible del espionaje no cesa de moverse. El encargado de negocios de la RDA en Buenos Aires, Martin Winkler, de 44 años y con 20 de servicio en el cuerpo diplomático de su país, se ha pasado a Occidente y se encuentra en la RFA. Winkler ocupó puestos diplomáticos en La Habana y estuvo al frente del Departamento de América Latina en el Ministerio de Exteriores de la RDE. Según el sensacionalista Bild, Winkler trabajaba desde hace años para ,el BND y conocía los nombres de todos los agentes de la RDA en América Latina. Su deserción, siempre de acuerdo con Bild, se debe a que Hans Joachim Tiedge, huido a la RDA la semana pasada, conocía su nombre. Fuentes gubernamentales negaron, sin embargo, que existiera relación entre ambos casos.Esta nueva deserción se conoció el mismo día en que se comunicaron oficialmente el cese de Hellenbroich en la presidencia del BND y el nombramiento de Wieck, hasta ahora embajador de la RFA ante la OTAN, como su sucesor. Hellenbroich ha sido el chivo expiatorio del caso Tiedge, por haber tapado al funcionario huido a la RDA, a pesar de sus borracheras y vida desordenada. Precisamente acaban de trascender en Bonn informaciones de que en La oficina de Colonia -nombre con el que se designa coloquialmente a la BFV- trabajan unos 30 funcionarios enfermos de alcoholismo.

La oposición socialdemócrata exige responsabilidades políticas del escándalo y pide la dimisión del ministro del Interior, el socialcristiano Friedrich Zimmermann. El Partido Socialdemócrata (SPD) ha solicitado, para el próximo martes, una reunión extraordinaria del pleno del Parlamento Federal (Bundestag) en la que presentará una resolución con la petición del cese de Zimmermann.

Hellenbroich sostuvo ante las cámaras de televisión que se mantenía en que la decisión de dejar e Tiedge en su puesto era correcta. A duras penas contenía su amargura y decepción el alto funcionario cesado, que se negó a dar detalles de los motivos que le impulsaron para conservar a Tiedge en su puesto. Hellenbroich, que trabajó 21 años para los servicios secretos, comentó entre amigos que siente que le han dado la patada.

Su cargo en la presidencia del BND lo ocupará una de las estrellas de la diplomacia de la RFA. El hasta ahora embajador en la OTAN está considerado un as en su profesión, con fama de gran capacidad de trabajo y análisis. Se cree que con el nombramiento de Wieck para el BND, Bonn trata de ganarse la confianza de los servicios secretos de los países aliados.

Síntoma, probablemente, del nerviosismo reinante en los servicios secretos alemanes occidentales tras el escándalo que estalló con la deserción de Tiedge, la Fiscalía Federal ordenó también ayer la detención, de Reinhard Liebetanz, de 48 años, un funcionario de la BFV con el mismo rango administrativo que Tiedge, para dejarle en libertad poco después. Liebetanz es jefe de grupo en el departamento encargado de perseguir a los neonazis y el extremismo de derecha y mantenía desde hace 10 días relaciones con un tal Eberhard Severin, de 50 años, que resultó ser agente de la RDA.

Espías y sexo

Liebetanz frecuentaba con su amigo una sauna para caballeros en Colonia. La Prensa alude al amigo, con una inequívoca referencia a una relación homosexual. La oficina investigó hace algún tiempo la homosexualidad de Liebetanz, pero ahora los funcionarios no se atreven a manifestarse porque, "después del caso Kiessling estamos escaldados". La acusación de homosexualidad contra el general Kiessling provocó, a principios de 1984, un escándalo en la RFA.

Liebetanz pasó sus vacaciones en las proximidades de un lago austriaco con su amigo y allí se vio implicado en una extraña pelea. El funcionario de la RFA huyó de Austria y relató lo ocurrido a sus superiores en la oficina. Esta versión resulta bastante curiosa y existe la sospecha de que Liebetanz haya estado sometido a chantaje para sacarle informaciones. La Fiscalía Federal encontró motivos suficientes para detenerle bajo la sospecha de un delito de espionaje; sin embargo, se le liberó posteriormente porque ya no había una "sospecha urgente", según un portavoz de la propia fiscalía.

[Por otra parte, la policía británica abrió ayer una investigación como consecuencia de la publicación, en el diario londinense The Times, de una falsa esquela que podría ser, según informa Reuter, un mensaje en clave para los agentes comunistas que operan en el Reino Unido.]