_
_
_
_
La polémica del aborto

La joven gijonesa será intervenida la próxima semana por médicos del Insalud que quieren guardar el anonimato

M. SOMOVILLA / I. G. MARDONES La joven gijonesa que ha solicitado abortar, acogiéndose al tercer supuesto que contempla la ley de interrupción del embarazao -la malformación del feto- será intervenida la semana próxima, según anunció ayer por la tarde del director provincial del Instituto Nacional de la Salud (Insalud), Francisco Ortega Suárez. Para realizar esta operación, que será efectuada en un centro de la Seguridad Social, se han ofrecido voluntarios dos ginecólogos y dos anestesistas pertenecientes a la plantilla del Instituto Nacional de la Salud en Asturias y que han pedido permanecer en el anonimato.

Más información
El fraude en la objeción de conciencia podrá ser penalizado

El director provincial del Insalud y el consejero de Sanidad, José Luis Rodríguez Vigil, mantienen su propósito de que se practiquen abortos legales en todos los hospitales públicos de la región. En medios oficiales, sin embargo, no se ha podido confirmar en cuál de los cinco hospitales que tiene el Insalud en Asturias se realizará la intervención a la joven gijonesa.Francisco Ortega insistió, durante toda la jornada de ayer , en que los centros asistenciales que tiene el Insalud en Asturias ofrecerán este servicio público a las mujeres que deseen interrumpir su embarazo, en los tres supuestos que marca la ley.

La primera mujer asturiana que deseó abortar fuera de la clandestinidad, alarmada por la difusión inesperada de su caso, se ha refugiado en el silencio que solo ha roto en un centro de planificación familiar, con el director del, hospital de Cabueñes, doctor Fernández Coronado y con el director del Insalud de Asturias y una joven redactora en prácticas del diario La Voz de Asturias.

A todos ellos les ha acusado de revelar a los medios de comunicación una cuestión personal que la improvisación sanitaria ha convertido en problema ético de dimensión nacional. Hasta a ayer, ningún ginecológoco de la circunscripción clínica sanitaria que le corresponde estaba dispuesto a cumplir la ley. Tienen miedo. Ahora se anuncia que hay voluntarios pero quieren permanecer en el anonimato.

La protagonista tiene 22 años, es esposa y madre de dos hijos, uno de más de un año y otro de meses, víctimas ambos de graves anomalías psíquicas congénitas. Semanas atrás acudió al centro de planificación familiar que el Ayuntamiento de Gijón tiene emplazado en el barrio de la Calzada. Allí le aconsejaron que utilizara un anticonceptivo.

La joven, de 22 años de edad, no cumplió con las recomendaciones del centro y se quedó de nuevo embarazada. Antes del 2 de agosto, fecha en que entró en vigor la despenalización del aborto, acudió al centro para que le deshicieran lo que llevaba dentro, porque oyó que lo del aborto es ya legal.

El inspector médico que la asistió se atuvo a las instrucciones insinuadas por Sanidad y remitió a la asegurada al Centro de Planificación de La Calzada. Ahí no saben qué hacer, para informarse llaman a la línea caliente, al ministerio de Madrid. Allí tampoco sabían nada, "hasta el día 6, en que el ministerio imparta las instrucciones a seguir". La referencia siguiente mas próxima es el director provincial del Insalud, Francisco Ortega.

Era católico

"Como yo no sabía quién era Ortega, me dieron el número de otro médico que se apellidaba igual -declaró la chica de 22 años a La Voz de Asturias- Le llamé y le conté mi problema. Cuál no sería mi sorpresa cuando me contestó que él era católico, y que no era el Ortega que yo buscaba".

En sus declaraciones al diario asturiano, la joven dijo que tardó en acudir a un centro de planificación debido a que su segundo hijo aún no había presentado ninguna anomalía.

En ausencia del Ortega genuino, se hizo cargo del caso el subdirector del Insalud en el momento ya en que el aborto terapéutico ya estaba legalizado y la trasladó al hospital de zona del Insalud, el de Gijón-Cabueñes.

"Nosotros recibimos la solicitud de petición de servicio de aborto terapéutico antes que las instrucciones del Ministerio de Sanidad", dice el doctor Fernández Colorado, director del hospital. "Se trataba de una paciente habitual del hospital porque sus dos partos anteriores los había realizado aquí, pero su caso vino directamente de arriba de la dirección provincial. Esta mujer llega a mi despacho, me plantea el problema, y yo asumo que como hospital público debemos ofertar el servicio que demanda.

Estudiamos su caso y lo primero que hice fue ponerme en contacto con el servicio de tocoginecología."

"Hicieron su informe, se aportaron datos sobre todos los expedientes de los dos niños anteriores. Se confirmaron los diagnósticos y se decidió pedir un informe genético -que todavía no conocemos- a la Ciudad Sanitaria de Nuestra Señora de Covadonga en Oviedo. Aun así, las posibilidades de que el caso entrara dentro de los tres supuestos que contempla la ley eran muy elevados. Por otra parte, esta mujer se encuentra en una situación límite de tiempo en un. embarazo, creo que a finales de la undécima o décima semana, lo cual significa que tampoco se puede dilatar el plazo para evitar complicaciones. Nos reunimos con todo el servicio y todos ellos decidieron declararse objetores de conciencia en este caso concreto, que es el único que hemos estudiado".

Asamblea

El director de Cabueñes, dos años al frente del hospital, especialista en cuidados intensivos, encoge su rostro cubierto de cabellos como panochas, y pone cara de extraterrestre. Ni la chica de 22 años ni él asimilan el protagonismo del primer aborto legal de Asturias. Entorna a sus ojos azules y trata nerviosamente de explicar la causa de su indeseada notoriedad.

"Había hablado con el jefe de servicio de Ginecología, había hablado con la paciente, con los pediatras... Les había avisado que cuando tuviera la normativa concreta de la intervención del embarazo y la objeción de conciencia reuniría a todos los servicios para explicarsela. La normativa llegó el lunes, o el martes. Esa misma mañana convoqué a todo el servicio y hablamos de todo, de la interrupción del embarazo, de la objeción de conciencia y del tema que nos ocupa. Los ocho decidieron acogerse a la objeción de conciencia."

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_