Los países de la CEE volverán a reunirse este mes para intentar un acuerdo sobre las medidas contra Suráfrica
Los ministros de los 10 países miembros de la CEE decidieron durante la noche del jueves, en presencia de sus colegas de España y Portugal, llamar a consulta a sus respectivos embajadores en Pretoria, con objeto de que éstos puedan participar en una reunión técnica que se celebrará este mes para evaluar el conjunto de las sanciones que los países comunitarios aplican ya contra Suráfrica. Este acuerdo mínimo fue alcanzado al término de cuatro horas de debates, a veces agrios, dominados por los enfrentamientos entre el Reino Unido y Francia.
El acuerdo comunitario tiene un alcance menor que el que hubiera supuesto una llamada conjunta a consultas de Gobierno, y no dará lugar a la retirada inmediata de todos los embajadores de la CEE en la capital surafricana. Los diez "no han tomado posición sobre el regreso de sus embajadores, y cada país debe decidir individualmente lo que ha de hacer", con la única condición de que sus representantes diplomáticos en Pretoria deberán venir a Europa algunos días de agosto, según reconoció ayer en Helsinki el ministro francés de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, tras declarar su insatisfacción por el compromiso alcanzado, que, en realidad, cubre un desacuerdo evidente.Los ministros se reunieron el jueves por la noche en la Embajada de Holanda en la capital finlandesa para tratar de adoptar una posición común acerca de las sanciones económicas (fundamentalmente, suspensión de nuevas inversiones y de créditos comerciales) cuya recomendación fue adoptada por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas la semana pasada, a propuesta de Francia. Estaba previsto que el acuerdo no fuera posible, porque desde que el tema se planteó en la ONU el Reino Unido y la República Federal de Alemania habían adoptado una posición radicalmente contraria a la de Francia, con el argumento de que el aislamiento económico y diplomático del régimen surafricano no conducirá a Pretoria a levantar el estado de excepción impuesto en más de 30 distritos del país hace ya 11 días, y sí, en cambio, a empeorar la situación económica de la mayoría negra.
A falta de posición común, los diez acordaron ayer, proseguir sus consultas con vistas a volver a intentar un acuerdo después del verano, y para ello se fijaron dos citas: en la segunda quincena de agosto los directores generales de acción política de los respectivos ministerios de Asuntos Exteriores se reunirán para fijar un inventario de las sanciones, y sus efectos, que todos los países de la CEE han adoptado ya contra Suráfrica; el 19 de septiembre, los propios ministros de Asuntos Exteriores volverán a reunirse en Luxemburgo para adoptar una posición común frente a la recomendación de la ONU, a la vista de la documentación que aporten estos contactos.
Los embajadores de los diez en Pretoria regresarán a Europa con el único objeto de participar en la reunión de agosto, según el compromiso alcanzado el jueves. Eso quiere decir que algunos países podrían llamarles ya, y otros no hacerlo hasta la víspera de la convocatoria. Portavoces británicos manifestaron ayer que su embajador regresaría, en cualquier caso, a Pretoria en cuanto concluyera la reunión técnica. Francia retiró hace dos semanas por iniciativa propia a su embajador en Pretoria, siendo seguida esta medida por Dinamarca. También España retiró la semana pasada al suyo, que se encontraba de vacaciones en Madrid. Fernández Ordóñez manifestó ayer que el embajador español no regresará a Pretoria por lo menos hasta que se celebre la reunión técnica de agostó.
La reunión de los diez, más España y Portugal, en Helsinki duró más de cuatro horas, aunque sólo estaba prevista hora y media de conversaciones. Francia tuvo el apoyo incondicional de Holanda y Dinamarca, pero salió de la reunión un tanto aislada, según diversas fuentes consultadas. Ni España ni otros países que no se han pronunciado claramente al respecto, como Irlanda, Bélgica o Italia, desean verse embarcados en un compromiso sobre sanciones económicas obligatorias.
Frente a Dumas, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Geoffrey Howe, llevó la voz cantante de la oposición.
Al término de su reunión del jueves, los ministros de la CEE confirmaron su "común y fuerte condena de la proclamación del estado de emergencia". También condenaron el rechazo del Gobier no surafricano a entrevistarse con el obispo Tutu y a abrir el diálogo con todos los representantes de la mayoría negra, incluidos los que están en prisión.
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