El Acta Final, debatida en el Festival de la Juventud de Moscú
El cumplimiento del Acta Final de Helsinki fue ayer motivo de un acalorado debate en el marco del XII Festival Mundial de la Juventud, que se celebra en Moscú, con participación de más de 130 países, entre ellos España. Una intervención italiana sobre Afganistán motivó una reacción en cadena de la sala de columnas de la Casa de los Sindicatos de Moscú, donde se desarrollaba el debate.En ese marco, el secretario nacional de la Federación Juvenil Comunista Italiana (FGCI), Pietro Folena, expresó la preocupación de los jóvenes progresistas italianos por la presencia soviética en Afganistán. Las palabras de Folena provocaron una intervención del presidente del foro (soviético), quien reiteró los argumentos de su país en el sentido de que la intervención soviética respondió a una petición de ayuda afgana.
La toma de posición soviética provocó el abandono de la sala por parte de la delegación belga, así como reiteradas protestas del delegado danés y la intervención de la delegada española, Pilar Yagüe, vicepresidenta del Consejo de la Juventudes de España.
Pilar Yagüe se quejó de la intervención presidencial, que fue condenada por la delegación italiana como "falta de imparcialidad y contraria a los principios democráticos".
Tensiones entre comunistas
El Festival Mundial de la Juventud muestra las tensiones existentes entre los grupos eurocomunistas y los representantes soviéticos. La FGCI italiana ha presentado un documento de protesta por la marcha del festival, en el que se reprocha a la organización el no respetar los turnos de intervención en el debate y las dificultades para establecer contactos entre las distintas delegaciones y con ciudadanos soviéticos.La rígida organización del festival -con un amplio despliegue policial y de servicio de orden- y las deficiencias de la traducción cuando se trata de pasajes conflictivos para la URSS son dos de los puntos que motivaron la insatisfacción entre las delegaciones occidentales asistentes, entre ellas la española. La delegación sueca, secundada por la noruega, presentó una protesta por la incorrecta traducción sistemática en los asuntos polémicos".
Problemas de traducción han sido comprobados por distintos participantes en temas como la libertad sexual, la mención a los cohetes soviéticos SS-20 y la situación en Afganistán.
Pese a la rigidez del marco, las delegaciones occidentales han podido expresar sus puntos de vista en Moscú. Así, se ha hablado de la situación polaca y la prohibición del sindicato libre Solidaridad y también del movimiento disidente checoslovaco Carta 77.
Se ha condenado igualmente en el debate la restricción a la emigración judía desde la Unión Soviética. En el Festival Mundial de la Juventud participan delegados de origen judío en la representación socialista y en un grupo italiano. Por lo general, las intervenciones occidentales polémicas van seguidas de una cadena de discursos por parte de representantes de la URSS o de países industrializados avanzados.
En la delegación española, (que consta de 160 miembros pertenecientes a 17 grupos, se ha acogido con malestar la presencia en Moscú de un grupo paralelo en el que habría miembros del Partido Comunista de Ignacio Gallego y también de Herri Batasuna. Según fuentes de la delegación oficial española, algunos miembros de este contingente paralelo pronunciaron consignas anticonstítucionales y mostraron banderas republicanas en un acto público celebrado en el parque Gorki.
El representante español en. el Comité Permanente del festival, el socialista Manuel Bueno, ha pedido explicaciones a la organización sobre la presencia en el marco del encuentro de, estos españoles no encuadrados en la delegación oficial.
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