La política exterior del Gobierno Thatcher

Como británica residente en este país, sigo con asiduidad las noticias del Reino Unido a través de su periódico, y normalmente se ven reflejadas con objetividad y rigor.Sin embargo, no pude contener mi sorpresa al leer el artículo aparecido en EL PAIS del 15 de julio: "Howe impone moderación a la diplomacia británica, pese a las estridencias de Thatcher", firmado por Carlos Mendo, en el cual dicho corresponsal afirma que "las credenciales descolonizadoras del Gobierno Thatcher son intachables".

El señor Mendo nos quiere demostrar esta extraña teoría con ejemplos no sólo parciales, sino completamente falsos.

El Gobierno Thatcher bajo ningún concepto concedió la independencia a Rhodesia, sino que medió hasta cierto punto entre la población negra y la minoría blanca a finales de la guerra civil, en 1980. Rhodesia llevaba desde el año 1965 independiente del Reino Unido, año éste en el cual Ian Smith tomó el poder, haciendo su "declaración unilateral de independencia" en nombre de la minoría blanca para evitar el gobierno por los negros en una Rhodesia independiente. Es curioso que el Gobierno británico de turno no hizo gala entonces del mismo despliegue de fuerzas bélicas que siguió a la invasión de las Malvinas por parte de Argentina, para hacer cumplir la voluntad de la mayoría.

En cuanto a la descolonización de Hong Kong, el Gobierno de la señora Thatcher primero aprobó una ley (la de las nacionalidades, en 1981), quitándole a la mayoría de los habitantes de Hong Kong (entre otros) el derecho a la residencia en el Reino Unido, para luego llegar a un acuerdo para la devolución de la colonia a Pekín, sin trauma alguno y sin consultar en absoluto con la población indígena.

En Gibraltar pasa tres cuartas partes de lo mismo. ¿Cree el señor Mendo de verdad que el Gobierno de Margaret Thatcher hubiera negociado el futuro del Peñón si no sirviera de presión para que España se mantuviese en la OTAN?

Hay un largo etcétera de ejemplos, incluyendo el caso mismo de las Malvinas, la petición de cuyos habitantes de ser evacuados por el Gobierno británico durante la guerra no sólo fue repetidamente rechazada, sino, además, silenciada.

Los sucesivos Gobiernos del Reino Unido que han hecho alarde de defender siempre la voluntad de la mayoría no la han defendido nunca si no ha coincidido con sus intereses estratégicos o económicos, o con los de su aliado Estados Unidos (caso de las Malvinas).

No hay que ser precisamente una lumbrera para ver que ningún Gobierno británico haya tenido "intachables credenciales coloniales", y menos éste, que es abiertamente racista, belicista y promotor de los valores victorianos..., esos mismos valores que sirvieron de "fuente espiritual" durante la época del imperio.-