Denuncia al médico porque perdió parte de un pie al tratarse contra una infección por hongos

Teresa Faltré, de 63 años, ha perdido parte del pie izquierdo como consecuencia de "negligencia o impericia profesional" del doctor Lorenzo Robert, según denuncia admitida a trámite por el Juzgado número 20 de Instrucción de Barcelona. Diabética desde hace ocho años, acudió al dermatólogo del ambulatorio de Numancia Lorenzo Robert porque le picaba el pie, y le dijeron que tenía hongos. Después de ocho meses de "un tratamiento superficial, con falta de un diagnóstico serio", se afirma en la denuncia, Teresa Faltré ingresó en el hospital Clínico donde se le practicó una amputación transmetatarsiana abierta del pie izquierdo.

A preguntas de este periódico, el doctor Robert se limitó a declarar que "la historia es absurda, porque esta señora tenía el sistema vascular degenerado y la enfermedad siguió su curso normal; se la amputó para salvarle la vida".Sin embargo, Teresa Faltré ha declarado a EL PAIS que el médico le quitó importancia a su enfermedad: "Me decía que no tenía nada, que todo era consecuencia de que tenía la piel muy fina. Cuando en Navidades se me puso el pie negro, le dije que tenía mucho miedo y me eché a llorar. 'Eso no es nada, le doy mi palabra de médico de que la curaré; soy tan buen médico como cualquier otro' era lo que me decía".

Las hijas de Teresa Faltré le insistieron para que fuera al hospital Clínico, pero ella se negaba porque "eso es despreciar al médico", aunque a finales del pasado abril, cuando Ios dolores me volvían loca" y el pie lo tenía ya morado, se decidió a visitar las dependencias hospitalarias donde la comunicaron la gravedad de su dolencia. Teresa Faltré revivió ayer, entre sollozos, su encuentro con los facultativos del hospital Clínico, quienes inmediatamente le comunicaron que deberían proceder a la amputación -"incluso de toda la pierna, me dijeron"- dado lo avanzado de la infección. Teresa Faltré no aguantó la emoción del recuerdo, rompió a llorar y dijo: "Y yo que incluso les hice un obsequio, al médico y a la enfermera. He sufrido el engaño mas gordo de mi vida".

La amputación

La gangrena no avanzó y los cirujanos sólo tuvieron que apuntar parte del pie. Dos meses después, Teresa Faltré ha vuelto a su humilde piso en la calle de Aribau de Barcelona. "Estoy desesperada; no puedo hacer faenas en casas como antes. Si no fuera por mis hijas me encontraría en la calle", explicó. "Cuando me decía el médico: 'Todo va bien, todo va bien', yo me lo creía y ya ve, esperando el montepío para poder vivir".

La denuncia presentada por su abogado se basa en el artículo 565 del Código Penal, que señala: "Cuando se produjere muerte o lesiones graves a consecuencia de impericia o de negligencia profesional, se impondrá en su grado máximo las penas señaladas en este artículo.

En la Subdireccion General de Servicios Sanitarios de la Generalitat, el doctor Verdagá declaró ayer a este periódico que "la denuncia, en mi opinión, no prosperará porque esta señora padecía una úlcera diabética, que es sinónimo de falta de irrigación".