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La enfermedad del presidente de EE UU

La información detallada de la Prensa de Moscú contrasta con su sigilo durante la agonía de los dirigentes soviéticos

Pilar Bonet

Los medios de comunicación soviéticos han informado de forma precisa y sucinta sobre las operaciones sufridas por el presidente de EE UU, Ronald Reagan, en contraste con el sigilo utilizado para las enfermedades de sus propios dirigentes.Hasta ayer a última hora de la tarde los medios informativos no habían mencionado el carácter maligno del tumor extirpado al presidente. Mediante un despacho de la agencia Tass fechado en Washington, Pravda señalaba, sin embargo, el día anterior que Reagan había sido intervenido quirúrgicamente por segunda vez y que le fue extirpado un pólipo de unos cinco centímetros. Con un lujo de detalles inusitado, Tass indicaba que además se le habían cortado cerca de 60 centímetros de intestino grueso. La operación, señalaba la agencia, fue realizada con éxito utilizando anestesia general y durante un período de casi tres horas.

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La noticia de la segunda intervención quirúgica de Reagan había sido colocada en una posición central a tres columnas en la página de internacional de Pravda. En medios periodísticos soviéticos, la enfermedad de Reagan ha sido acogida con interrogantes sobre la celebración de la cumbre que debe reunir a Reagan y a Mijail Gorbachov en noviembre en Ginebra.

Los últimos tres fallecimientos de máximos dirigentes de la URS S han demostrado que los medios de comunicación de este país sólo informan de las enfermedades de sus dirigentes en el parte de defunción. Leónid Breznev murió en 1982; Yuri Andropov, en 1984, y Konstantín Chernenko, en 1985. Tanto en el caso de Yuri Andropov como en el de Konstantín Chernenko, muertos, respectivamente, tras una insuficiencia renal y un enfisema y hepatitis, las largas ausencias de la vida pública precedentes a la defunción habían hecho prever el desenlace. En teoría, y hasta que se murió, Andropov sólo tenía un resfriado. Pocos días antes de su muerte, cuando apenas podía tenerse en pie, Chernenko fue mostrado en televisión mientras depositaba su voto en una urna electoral.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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